Toni pierde por los pelos el duelo ante Eneko

Los cóndores apostaron fuerte sabiendo que su situación empieza a ser dramática. El equipo puso en peligro al incombustible Toni, uno de los pocos que no ha perdido la sonrisa en toda la aventura y David Seco se la jugó con Patxi; dos huesos duros de roer para Eneko que a pesar de encontrarse físicamente muy fuerte pierde los nervios con facilidad.

Eneko optó por Toni, quizá gracias al alegato de Patxi en la presentación del duelo, pero pronto se daría cuenta el gasteiztarra que su opción no fue la mejor.

Empate hasta el final

El duelo combinaba el aspecto físico (había que trepar por una red invertida) y la habilidad, ya que encestar desde esa altura requería buena puntería, como demostró el empate a cero al final de la prueba. Por lo tanto, las armas seguían en todo lo alto, pero psicológicamente Toni ganaba puntos. El italiano demostró que es capaz de pensar e ingeniar las estrategias más rebuscadas en los momentos decisivos. Toni se la jugó lanzando varias bolsas al suelo en los últimos segundos del duelo y a punto estuvo de mandar a Eneko para casa.

Con el empate entraron en juego los ayudantes, que fueron decisivos a la hora de conseguir las canastas, pero se puede decir que el estar un puntito por encima físicamente fue la clave para la victoria final de Eneko. Toni se desfondó y se quedó con la miel en los labios.

Juanito explota ante las quejas de Korta

Los guanacos volvieron felices al campamento pobre y Patxi regresó triste, pero menos, porque ambos duelistas llevaban un regalo para sus correspondientes equipos: brasas para poder encender fuego. La situación en los campamentos se había vuelto insoportable a causa del frío y la nieve; sin fuego parecía imposible sobrevivir una noche más.

Aun así, parece imposible que en el equipo guanaco reine la armonía. Ni la vuelta de Eneko, ni el fuego, ni la comida caliente aplacan a los capitanes verdes y en esta ocasión fue Juanito el que explotó ante las quejas de Korta con el eterno tema del caldo del arroz. El gasteiztarra se enfrentó a Korta y abandonó la cena más enfadado que nunca.