notas de prensa
Estreno
'Al enemigo ni agua', documental sobre los prisioneros antifranquistas
Basado en el libro Esclavos del Franquismo en el Pirineo, escrito por Fernando Mendiola y Edurne Beaumon, se emitirá dentro de 'La Noche de Crónicas' este viernes en ETB-2.
Este viernes ETB-2 estrenará el documental "Al enemigo ni agua" sobre los prisioneros antifranquistas, que fueron trasladados a los valles del Roncal y Salazar, en el Pirineo navarro, para abrir una carretera de montaña que uniría Igal y Vidángoz, así como una pista que uniría esta localidad con Roncal.
El documental ha sido dirigido por Antonio Cristobal y Pepe Azpiroz, y los guiones han sido escritos por Fernando Mendiola y Edurne Beaumon. El programa de ETB-2 "La Noche de Crónicas" que se ocupa de episodios olvidados de la historia reciente emitirá este próximo viernes el documental y a continuación tendrá lugar un coloquio conducido por Ander Landaburu en el que participarán Antonio Cristobal, director del documental; Felix Padín y Luis Ortiz Alfau, protagonistas del mismo; Fernando Mendiola y Edurne Beaumon, guionistas, y Ana Barrena, miembro del colectivo Memoriaren Bideak.
Al enemigo ni agua
Al enemigo ni agua está basado en el libro Esclavos del Franquismo en el Pirineo que escribieron Fernando Mendiola y Edurne Beaumon. Un amplio trabajo de investigación, acompañando de detallados documentos y listados que pretende romper el muro de silencio impuesto durante décadas sobre una de las facetas más desconocida y cruel de la represión franquista: el trabajo forzado.
Una amplia red de batallones de trabajo forzosos se formaron durante y después de finalizar la Guerra Civil de 1936. Una historia que es aún bastante desconocida; de hecho miles de personas circulan a menudo sin saberlo por infraestructuras realizadas por aquellos prisioneros del franquismo.
La situación de aquellos prisioneros, retenidos fuera del sistema penal, que no eran militantes políticos destacados, sino militantes de base, simpatizantes de organizaciones izquierdistas, o simplemente quienes no tenían buenas relaciones con las autoridades locales o con vecinos poderosos e influyentes, explica sin lugar a duda por que el conocimiento de los batallones de trabajo ha sido todavía más escaso que el de los presos acogidos al sistema de Redención de Penas.
Gracias al trabajo de 100.000 prisioneros, esclavos del franquismo, pudo reconstruirse una buena parte de las infraestructuras que habían quedado destrozadas por la guerra: carreteras, canales, aeropuertos, obras hidráulicas y hasta pantanos... Obras que orgullosamente inauguraba el Caudillo de España mientras se ocultaba el coste humano de los que murieron de hambre, de frío, de agotamiento... cuando no de palizas o torturas. Desde luego, el caso más espectacular y reconocible fue la faraónica obra del Valle de los Caídos, donde 12.000 presos políticos republicanos fueron sometidos a trabajos forzosos.
Esta es la tremenda historia de unos hombres rotos, cansados, que habían sufrido los desmanes de una guerra fraticida, consecuencia del levantamiento de unos militares que en su mayoría habían jurado su adhesión al legítimo gobierno de la República.
Terminada la guerra, más de 2.000 prisioneros antifranquistas son trasladados a los valles del Roncal y Salazar, en el Pirineo navarro, para abrir una carretera de montaña, que uniría Igal y Vidángoz, así como una pista que uniría esta localidad con Roncal. Esta carretera estaba aislada en las montañas, pero formaba parte de todo un plan de defensa del Pirineo Occidental, en el que también se incluían otras carreteras, así como diversas obras de fortificación.
Esta carretera nos permite no solo asomarnos a la realidad de unos batallones que perseguían doblegar física y psíquicamente a los vencidos de la guerra; sino también conocer las estrategias de los prisioneros para sobrevivir en condiciones extremas y acercaremos a las consecuencias que estos trabajos forzados tuvieron tanto en la población de unos pequeños pueblos de montaña, como en las familias de aquellos trabajadores esclavizados.

