Política -

JUICIO EN PARÍS

El exministro de Interior galo revela un pacto tácito en el juicio contra Etcheverry y Molle

Mathias Fekl ha explicado que la entrega del arsenal de ETA fue posible por un pacto que no se plasmó en ningún documento escrito entre el Gobierno francés y la Justicia. Los acusados, Jean Noel Etcheverry 'Txetx' y Beatrice Molle, han sostenido que actuaron en todo momento a favor de la paz.

Etcheverry y Molle, hoy, frente al Tribunal Correccional de París. Foto: EITB Media
Etcheverry y Molle, hoy, frente al Tribunal Correccional de París.
Etcheverry: ''Venimos muy tranquilos, creemos que hicimos lo que había que hacer''

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EITB MEDIA

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Euskaraz irakurri: Frantziako Barne ministro ohiak isileko itun baten berri eman du Etcheverryren eta Molleren aurkako epaiketan

Los "artesanos de la paz" Jean Noel Etcheverry Txetx y Beatrice Molle han contestado a todas las preguntas de la jueza, el fiscal y el abogado en el primer día del juicio contra ellos en el Tribunal Correccional de París. Fueron detenidos hace poco más de siete años en Luhuso (Lapurdi) cuando ayudaban en el desmantelamiento de los arsenales de ETA. Ambos se enfrentan a una petición fiscal de 10 años de prisión y una multa de 100 000 euros bajo la acusación de posesión y transporte de armas, municiones y explosivos y de vinculación con ETA.

Sonrientes y tranquilos, los dos activistas han llegado sobre las 12:30 horas a las puertas del tribunal penal, donde les aguardaba un amplio y diverso grupo de cargos electos y agentes de Iparralde para expresarles su apoyo. Ambos sostienen que actuaron en todo momento a favor de la paz e insisten en que nunca hubo ninguna intención criminal por su parte. "Al contrario, lo hicimos modestamente por el bienestar de la ciudadanía vasca", han añadido. En esa misma línea, entrevistado en Euskadi Irratia, Etcheverry ha afirmado que la clave del juicio será aclarar la siguiente cuestión: "¿Éramos terroristas o artesanos de la paz?".

El juicio ha comenzado a las 13:35 con la lectura por parte del juez de los cargos contra los procesados, y posteriormente ha iniciado el interrogatorio de ambos.

Molle ha sido la primera en responder las preguntas. En su declaración, ha dejado claro que su trayectoria personal y profesional no ha tenido nada que ver con la violencia. Al contrario que en 2016, a preguntas de su abogado, ha admitido que sabía que había armas en su caserío de Luhuso.

Después, ha sido el turno de Etcheverry, que también ha subrayado que su trayectoria política ha sido pacifista. Ha habido cierta tensión al contestar a las preguntas del fiscal, que le ha preguntado por qué no advirtieron a las autoridades de que contaban con las armas de ETA. Txetx ha respondido que querían impulsar el proceso de paz, y que en caso de haber avisado, ahora no estaríamos contando lo que ocurrió en Luhuso.

A preguntas de su abogado, Etcheverry ha repetido que, como ha dicho numerosas veces, volverían a hacer lo que hicieron.

"Lo hemos contado todo y hemos tenido tiempo para explicar bien las cosas, por qué hicimos todo eso. Al menos, las cosas han sido dichas, luego veremos cómo han sido escuchadas", ha dicho Etcheverry a la salida del juzgado.

También han declarado seis testigos de la defensa, entre ellos el que fuera ministro del Interior francés en el momento de la operación de Luhuso, Mathias Fekl, y el entonces prefecto de los Pirineos Atlánticos, Eric Morvan. Ambos han apoyado a los acusados.

Pacto tácito del Gobierno francés y la Justicia

Concretamente, según ha explicado el entonces ministro de Interior, Mathias Fekl, la entrega del grueso del arsenal de ETA el 8 de abril de 2017 fue posible por un pacto tácito que no se plasmó en ningún documento escrito entre el Gobierno francés y la Justicia.

El 8 de abril "fue un paso muy importante en la historia del País Vasco y en términos de seguridad un avance muy importante", ha subrayado Fekl durante el juicio. El exministro ha señalado que, en caso de no haber sido entregados, las armas y explosivos "podrían haber caído en muy malas manos", como en las de "terroristas islamistas", o en las de grupos de delincuencia común. Eso se pudo evitar por la "voluntad" de su Gobierno, de "la autoridad judicial" y también de "la sociedad civil del País Vasco", según sus explicaciones.

El acuerdo tácito con la Justicia lo fraguó Éric Morvan, el entonces prefecto del departamento de los Pirineos Atlánticos (delegado del Gobierno), que este martes también ha declarado como testigo ante el Tribunal Correccional de París en el que se sientan en el banquillo Jean-Noël Etcheverry y Béatrice Molle.

Morvan, que más tarde sería director general de la Policía Nacional, ha contado que cuando Etcheverry se puso en contacto con él en marzo de 2017 para hablarle de sus planes de una entrega del arsenal de ETA, se lo comunicó al entonces primer ministro Bernard Cazeneuve que le dio su visto bueno, pero con una consigna clara: "Nada debía producirse sin que la autoridad judicial estuviera informada de forma continua".

Morvan, que ha hecho hicapié en que eso no se plasmó en ningún momento por escrito, ni en documentos, ni en correos, ni en mensajes por teléfono, ha estimado que al final "el 8 de abril las cosas sucedieron como todos esperábamos".

El juicio llega seis años después de la desaparición de ETA y cuando dos de los cinco activistas detenidos en 2016 (Mixel Berhokoirigoin y Mixel Bergougnan) han fallecido ya. El quinto arrestado, Stephane Etchegaray, fue exculpado por la Fiscalía Antiterrorista de Francia. El juicio finalizará este miércoles.

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