Sociedad -
Memoria histórica
Víctimas de Gaza y Ucrania participan en los actos del aniversario del bombardeo de Durango y Elorrio
El lehendakari y la consejera de Justicia también han asistido al acto institucional celebrado en Durango para recordar a las 213 personas fallecidas en el municipio así como a las 13 víctimas de Elorrio tras el bombardeo perpetrado por la aviación italiana en colaboración con Franco en 1937.
AGENCIAS | EITB MEDIA
Euskaraz irakurri: Gazako eta Ukrainako biktimek ere hartu dute parte Durango eta Elorrioko bonbardaketen urteurrenen ekitaldian
Durango (Bizkaia) ha conmemorado este domingo el 87 aniversario del bombardeo del municipio por la aviación fascista italiana al servicio del ejército de Franco, teniendo un recuerdo especial por las víctimas de Gaza y Ucrania, epicentros de bombardeos actualmente.
Una ofrenda floral en el cementerio de la localidad a las 08:00 horas ha dado comienzo a los actos del día organizados por el Ayuntamiento de Durango en colaboración con la asociación Gerediaga, el grupo de danza Kriskitin, la asociación cultural Durango 1936, la asociación Suargi, el instituto Gogora y el Gobierno Vasco, a lo que ha seguido un acto institucional a las 10:00 en el parque Benita Uribarrena que ha contado con víctimas de las guerras de Gaza y Ucrania, supervivientes del bombardeo de Durango y con la presencia del lehendakari Iñigo Urkullu y la consejera de Igualdad, Justicia y Política Social Nerea Melgosa, entre otros cargos.
El 31 de marzo de 1937 Durango fue bombardeada por la aviación italiana y fallecieron 213 personas, la mayoría de ellas mientras asistían a los oficios religiosos celebrados a primeras horas de la mañana. Las operaciones aéreas de la aviación fascista se extendieron a toda la comarca y otras 13 personas fallecieron en Elgeta.
La consejera Melgosa ha defendido que "las víctimas han de ser siempre el faro de nuestra memoria" y ha señalado que "al igual que en Gernika, más del 74 % de las 213 víctimas mortales del bombardeo de Durango fueron civiles. La guerra, promovida por el alzamiento militar contra la legalidad republicana, además de injusta, tuvo episodios especialmente crueles y condenables, entre ellos los bombardeos de la población civil. 87 años después asistimos aterrorizados a bombardeos en Ucrania, Gaza y otras partes del mundo".
"Desde Durango y Elorrio reafirmamos nuestro compromiso con la memoria histórica y democrática que no solo quiere decir recuerdo y no olvido: también verdad, justicia, reconocimiento y compromiso con valores éticos y democráticos" ha añadido Melgosa.
En el acto organizado por el ayuntamiento de Durango han participado familiares de las víctimas y representantes sociales e institucionales de la localidad. Este año se ha homenajeado además a la superviviente Ana María Valdubieco Pujana, que tenía 6 años cuando se produjo el bombardeo. Por la tarde, a las 19:30 horas, se ha celebrado una nueva ofrenda floral en el pórtico, con Kriskitin Dantza Taldea.
En Elorrio, el acto ha sido organizado por la asociación de memoria histórica Laumunarrieta 1937, en colaboración con el Ayuntamiento, donde también se ha realizado una ofrenda floral "en homenaje a la población civil asesinada, herida y perseguida por la represión franquista".
Cómo fue el bombardeo
El libro La Guerra Civil en el Duranguesado 1936-1937, de Jon Irazabal , miembro de la asociación cultural duranguesa Gerediaga Elkartea narra con detalle lo acontecido aquel 31 de marzo de 1937 en la villa de Durango. A las 07:00 horas dos escuadrillas del grupo de bombardeo pesado Savoia 81 despegaron del aeródromo de Soria, bajo control del bando de Franco. Las escuadrillas 214 y 213 del citado grupo habían recibido del coronel Ferdinando Raffaelli la orden de bombardear los municipios de Durango la primera, y Elorrio la segunda. En Logroño se unieron a las dos escuadrillas 18 cazas procedentes del campo de aviación de la capital riojana, que realizarían labores de escolta de los bombarderos.
Las escuadrillas se bautizaron con el nombre de "guerra de murciélagos", y pintaron en la cola de sus aviones un círculo negro superpuesto en blanco. A las 08:30 horas, los aviones de la Aviazione Legionaria surcaban el cielo de Durango. Habían sonado las alarmas, pero a los durangueses no les dio tiempo de parapetarse en los precarios refugios que se habían preparado en sótanos de casas particulares y bajeras, en cárcavas, en la iglesia de Santa Ana, y en Café Baqué. Los bombarderos fascistas enfilaron desde el final de la calle Kurutziaga hacia la plaza de Ezkurdia pasando por la iglesia de Santa María, cuya torre sirvió como punto de referencia para el ataque. La Aviazione Legionaria, con el sol a sus espaldas, realizó esa mañana una primera pasada en la que arrojó cuatro toneladas de explosivo en 80 bombas de 50 kilos. En el momento del bombardeo, el sacerdote asturiano Carlos Morilla Carreño se encontraba dando misa en la iglesia de Santa María y el padre Rafael Billalabeitia hacía lo propio en la de San José, conocida como "Jesuitas". Carlos Morilla había abandonado su Asturias natal por miedo a la persecución religiosa que sufría la región en aquel momento. Ninguno de los dos sacerdotes sobrevivió a la primera pasada de los bombarderos italianos. Gran parte de las víctimas del ataque murió en los edificios religiosos de Durango. En el convento de Santa Susana fallecieron once monjas y una chica de servicio. Intentaron sobrevivir al raid italiano en una chabola de la huerta del convento, pero una de las bombas cayó sobre el improvisado refugio.
Poco antes de las 18:00 horas, los bombarderos italianos hicieron una segunda razzia y arrojaron sobre Durango 22 bombas de 100 kilos y 54 de 50 kilos. Los cazas que escoltaban a las escudrillas italianas ametrallaron a la ciudadanía duranguesa que huía por las campas de Montorreta, Landako y San Roque. En este segundo ataque, los bombarderos destrozaron la estación de tren de Durango, sobre la que lanzaron 3140 kilos de bombas de fragmentación e incendiarias.
El dos de abril la Aviazione Legionaria italiana volvió a bombardear la villa, pero dado que gran parte de la población residente la había abandonado, el número de víctimas fue menor. La mayor parte de ellas estuvo formada por bomberos y personas dedicadas al desescombro y rescate de cuerpos. Las banderas de la Cruz Roja no evitaron que el raid italiano destrozase las posiciones donde se encontraban.
Los sucesivos bombardeos sobre Durango dejaron 213 muertos y centenares de heridos. La Aviazione Legionaria destruyó 71 casas, y dañó seriamente los templos y demás edificios religiosos de la villa. Días después, la Aviazione Legionaria atacó Bilbao.
Las 213 víctimas mortales de Durango
Una investigación impulsada por Gerediaga Elkartea y Durango 1936 Kultur Elkartea con el apoyo municipal y la subvención de Gogora, fue presentada este 20 de marzo de 2024, cifrando en 213 el número de personas que perdieron la vida en los bombardeos de Durango del 31 de marzo de 1937. De ellas, el 74% eran civiles y un 15% tenían menos de 16 años. Otro 26% eran gudaris de distintos batallones del Euzko Gudarostea y 19 feligreses, entre ellos 14 monjas del convento de Santa Susana.
Para los responsables de la investigación, "estos datos demuestran que, además de destruir las infraestructuras estratégicas, fue un claro ataque a la población civil con el objetivo de aterrorizar a la población".
El trabajo, elaborado a lo largo de tres años, ha tenido como objetivo principal la identificación de las víctimas de los bombardeos y se ha llevado a cabo después de que en 2021 se acordara, en la mesa de memoria del Ayuntamiento de Durango, identificar a las 84 personas enterradas en fosas comunes y trabajar en la búsqueda de sus familias.El estudio ha corregido el anterior dato de 334 víctimas mortales. El número de víctimas que se ha podido confirmar en la investigación ha sido de 213, entre las que se encuentran 13 personas que aún figuran como desconocidas.
Los invertigadores han explicado que "algunas de las víctimas que hasta ahora teníamos como víctimas de los bombardeos de Durango no son víctimas de ese día, aunque algunas siguen siendo víctimas de la guerra". De las listas analizadas, 77 personas fallecieron por otra causa. Además, se realizaron 16 nuevas identificaciones. Las personas que aparecen en los registros como fallecidas en el bombardeo de Abadiño, se han decidido mantener como víctimas del bombardeo de Durango porque fallecieron en la misma operación militar para atacar Durango.