Economía -
Análisis
Así funciona el rescate financiero europeo
La Unión Europea y el FMI prestarán dinero a Portugal a un tipo de interés inferior al que impone el mercado. Así, el país rescatado puede aguantar una temporada sin necesidad de colocar su deuda.
Jesús Torquemada
El rescate financiero que ha pedido Portugal, y que antes pidieron Grecia e Irlanda, funciona más o menos así. Un país se financia de varias formas; una de las principales es la emisión de deuda pública.
Si el país tiene una economía sólida y los mercados confían en él, no tendrá dificultades para vender su deuda pública pagando además un interés bajo por ella. Si, por el contrario, la economía de ese país no tiene credibilidad, su deuda pública es menos atractiva; si quiere venderla, tendrá que pagar unos intereses mayores por ella.
En el caso de Europa, por ejemplo, Alemania coloca su deuda pública a largo plazo a un tipo de interés de alrededor del 3%; España tiene que pagar más, en torno a un 5%; y cuando esos tipos se disparan por encima del 8%, lo que les ha pasado a Grecia, Irlanda y Portugal, la situación es insostenible.
Esos tipos tan altos obligan a ese país a pagar cada vez más intereses, con lo cual llega un momento en el que tiene que pedir nuevos préstamos simplemente para pagar los intereses que va acumulando, entrando en un círculo vicioso. Es entonces cuando entra en acción el mecanismo de rescate.
La Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional prestarán dinero a Portugal a un tipo de interés inferior al que impone el mercado; en el caso de Grecia e Irlanda, ese interés ha sido entre el 5 y el 6%. De esa forma, el país rescatado puede aguantar una temporada sin necesidad de ir al mercado a colocar su deuda.
La contrapartida que se le exige siempre al país rescatado es que haga aún más recortes en su gasto público y en sus prestaciones sociales. En cierta medida, el país rescatado pierde parte de su soberanía económica y queda intervenido por la UE y el FMI.