Tecnología de Consumo
Ganbara de cerca
Qué freidora de aire comprar
Eva Rodríguez | Xataka
En la sección de hoy os voy a contar absolutamente todo lo que tenéis que saber para acertar en vuestra compra, algunos secretos y curiosidades de este electrodoméstico y os voy a proponer algunos modelos que he tenido la oportunidad de probar.
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Freidora. Foto: EITB Media
11:06 min
Hoy vamos a hablar del pequeño electrodoméstico de moda en los últimos meses: la freidora sin aceite, freidora de aire o airfryer, un aparato que ha llegado con fuerza a nuestras cocinas por su versatilidad, la posibilidad de comer más sano y el consumo energético, una cuestión nada baladí en estos tiempos que corren.
Empecemos con el principio, un jarro de agua fría según se mire: en realidad no es una freidora, si no un pequeño horno. Es decir, que cocina los alimentos mediante convección, o lo que es lo mismo, aire caliente en movimiento en combinación de un grill. ¿Por qué lo llaman entonces freidora? Se trata de una cuestión meramente psicológica, la de vendernos algo nuevo como algo que ya conocemos todos, una simplificación que por ejemplo también sucede con las leches vegetales que en realidad no son leche o las hamburguesas de carne vegetal.
Una simplificación que nos permite conocer por un lado que se trata de algo nuevo y diferente y sus funciones sin necesidad de entrar en mucho detalle. Resumiendo, lo que hace una freidora sin aceite podrías lograrlo con tu horno y si ya tienes con uno de esos hornos pequeños, tienes esencialmente lo mismo.
Y esto viene a confirmarnos su versatilidad: puedes hacer clásicos de la fritanga como croquetas, nuggets o patatas fritas y otras preparaciones clásicas de los hornos como pizzas, repostería, lasaña, carnes, pescados o verduras asadas.
Aunque ya os advierto que los resultados son dispares, que necesitaréis tiempo para pillarle el punto y que lo de la fritanga admite matices y un spoiler: las croquetas no salen tan ricas como cuando las bañamos en aceite.
Precisamente aquí viene el segundo punto: lo de comer más sano. Con una freidora de las de toda la vida, llenas la cubeta de aceite bien caliente, sumerges los alimentos y rápidamente los tienes listos. Pero es que con las freidoras de siempre los alimentos absorben el 10% de su peso en aceite, una auténtica bomba calórica.
Ya sabemos que las freidoras sin aceite no son freidoras y ahora os revelo la segunda mentira: tampoco es verdad que no necesiten aceite. Cuando cocinamos alimentos grasos como el salón o unas alitas de pollo sí que podemos prescindir de él, pero si vamos a hacer unas patatas es recomendable (sobre todo por cuestiones de sabor y aspecto) añadir un poquitín de aceite.
De hecho, si compráis una airfryer, os recomiendo encarecidamente que os hagáis con un pulverizador o un pincel de silicona. En cualquier caso, la diferencia calórica es notable: de unas gotitas a bañar el alimento. Por otro lado, también ahorráis en aceite, que no viene mal tampoco.
La carne, pescado o las verduras al horno era algo que todos hacíamos, pero lo de cocinarte unas croquetas o unas patatas fritas sin aceite es un puntazo para darte un capricho algo más saludable. Eso sí, en mi humilde opinión de amante de la gastronomía, quedan algo más secas y saben menos jugosas, porque el aceite también aporta sabor.
Y aquí lanzo una pregunta: teniendo en cuenta que los nuggets o las croquetas no son precisamente un alimento fit, ¿qué es mejor, comer a menudo estos platos hechos en la airfryer o comer de vez en cuando cocinados a la vieja usanza?
Terminamos con el consumo energético. Tenemos claro que las freidoras de aire son minihornos, es decir, que los hornos son más grandes, tienen capacidad para cocinar más cantidad de comida y por tanto necesitan más potencia para calentar más espacio y más materia. Para que os hagáis a la idea, un horno suele rondar entre los 1200 y 2200 W.
De ahí que cocineros y cocineras recomienden siempre aprovechar y llenar el horno al máximo con varias preparaciones usando las diferentes bandejas. Pero la realidad suele ser otra, que usamos el horno a medias. En esos casos merece la pena cambiarlo por la freidora, que tiene menos potencia y que se ajusta mejor al tamaño de lo que estéis preparando, por ejemplo unos muslos de pollo. De hecho, en esos escenarios de uso y con una freidora hasta os ahorraréis unos minutos.
Cómo elegir una buena freidora
- Lo primero es el formato. Aunque la vasta mayoría son con cestillo extraíble desde el lateral, los modelos más avanzados y completos tienen un bol en la parte central con una "ventana" en la parte superior para visualizar la cocción sin tener que abrir nada. Además este tipo de modelos suelen incorporar funciones extra, por ejemplo los hay con yogurtera, o con varios compartimentos para elaborar dos preparaciones simultáneamente.
- La capacidad, medida en litros. Para que os hagáis a la idea, en una freidora de unos 3L de capacidad caben 800 gramos de patatas, suficiente para 4 personas. Los modelos para una o dos personas son de 1,5L y los XXL superan los 5 litros.
- Rango de temperaturas y potencia. El rango de temperaturas suele estar entre los 80 y los 200 grados y yo os recomiendo que eso sea lo mínimo. Si en lugar de 200, alcanza 210 o 220, mejor. Yo aquí me voy a mojar, salvo que no tengáis claro si la vais a usar mucho, que la potencia ronde los 1400 a 1700W. El motivo no es otro que conseguir que los alimentos queden dorados por fuera y jugosos por dentro. De lo contrario, con una freidora poco potente acaba alcanzando la temperatura consigna, pero a costa de dejar los alimentos sobrecocinados y secos. Esto es especialmente importante para carnes y pescados.
- Control: con dos ruletas las más básicas, con un panel digital táctil la gama media y alta e incluso con conectividad para manejarla desde el móvil con una aplicación, aunque seguiréis necesitando meter los alimentos vosotros.
- La mayoría no remueven el interior, así que os tocará de vez en cuando abrirla y remover la comida vosotros para que se haga de forma uniforme. Ojo porque esos modelos grandes y avanzados con un bol sí que lo hacen
- Limpieza. Que levante la mano quien, como yo, compra gadgets de cocina sin parar y estos acaban acumulando polvo porque limpiarlos es un dolor, por ejemplo la licuadora. Por esos es tan importante que se desmonte fácil y que se pueda meter en el lavavajillas. Si no tenéis lavavajillas, limpiar el interior es similar a lavar una sartén.
Modelos recomendados
- Philips Essential. Empiezo con el fabricante que "inventó" este electrodoméstico. Esta freidora está disponible en varios tamaños que van desde los 4,1 L hasta la XXL que supera los 7, pero el modelo más pequeño va de sobra para 4 - 5 personas, por ejemplo. A destacar por lo bien que funciona, un diseño consolidado con pantalla táctil muy fácil de usar, 1400W de potencia y apta para lavavajillas. Su precio es de 129 euros, aquí se nota la marca y la experiencia.
Princess 182020. Tiene un nombre poco comercial pero es una de mis favoritas en calidad precio y además también con panel táctil fácil de usar. En este caso con 1500W de potencia y un cesto de 3,2L, una combinación que resulta en que cocina rápido y bien. La tenéis por unos 90 euros y la única pega que le pongo es que hay que lavar el cesto a mano.
Mi Airfryer. Xiaomi también tiene una freidora de aire que es ideal para cocinas de diseño o para amantes del minimalismo y la tecnología, ya que se maneja con una ruleta con pantalla y desde el móvil. Con cesto de 3,5 litros que puedes meter al lavavajillas y 1500W de potencia. La tenéis por unos 80 euros.
Cosori. Esta es un éxito en ventas que arrasa por su potencia y tamaño, aunque tenéis varias versiones en el mercado. Para mi la más interesante es la que tiene un cesto de 5,5 litros apto para el lavavajillas y 1700W de potencia, candidata perfecta para sustituir al horno. Además se maneja con un panel táctil. Cuesta 140 euros.
Tefal Actifry Genius. Esta es una freidora de gran capacidad con formato bol y extras como por ejemplo que se puede usar como yogurtera. Ideal para quienes tengan claro que van a usarla mucho. Alcanza los 220 grados gracias a sus 1500W de potencia, caben 1,2 kg de patatas, tiene conectividad para manejarla con el móvil o sino con la pantalla táctil y puedes preparar dos platos a la vez. Completísima y versátil, pero con un precio de 200 euros.