Reportajes
Oportunidad de navegar
A bordo del Lucretia partiendo desde la bahia de Pasaia
Asier Odriozola
Amuaitz y Edgar han resucitado el viejo velero holandés de casi 100 años y ofrecen la oportunidad de admirar nuestra costa desde mar adentro.
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El velero Lucretia en Pasaia
3:38 min
Ostarte Sailing es el resultado de un sueño hecho realidad. El sueño de Amuaitz y Edgar que con anterioridad habían trabajado ya en el mar y con embarcaciones pero que albergaban en lo más profundo de sus locuras un proyecto complicado para el que carecían de barco y de presupuesto suficiente. Pero el destino les trajo, contra pronóstico, un velero hasta la puerta de casa: el Lucretia, un barco vetusto y en muy mal estado pero con alma de roble. Cuando lo vieron en el puertto de Pasaia se llamaron mutuamente y le plantearon una propuesta osada al dueño: hacerse con el uso del barco a cambio de recuperar el viejo velero. La fuerza del propio sueño dirigió las negociaciones que acabaron con el Lucretia en manos de quienes tantoélo deseaban.
Desde ese momento, mimaron el Lucretia y no solo en cuestiones de chapa y pintura sino tambien con arreglos estructurales. Tras la puesta a punto, el velero es un habitual de las salidas al mar desde su refugio en la bahia pasaitarra. Son excursiones de 2, 3, 4 y hasta 7 horas, siempre a gusto del cliente: tanto los visitantes que vienen a Euskal Herria como los propios vascos que podemos de esta manera observar un patrimonio que realmente pocos han disfrutado.Además del paisaje, está el disfrute de navegar con el unico impulso del viento, algo que conecta con nuestra vida más ancestral. Junto con todos esos elementos está la oportunidad de compartir un tiempo con Edgar y Amuaitz, que emanan simpatía, anécdotas y las ganas de vivir propias de quienes, rehusando de la comodidad, se han embarcado, nunca mejor dicho, en la aventura de lo que les apasionaba: la navegación. Ese es el peligro de subirse al Lucretia: que no solo se juguetea con las olas y el viento sino que hay riesgo de reflexionar sobre la vida de uno mismo. Algo cuyas consecuencias nunca se pueden predecir. Todo eso cabe en tan solo 20 metros de eslora. Buena navegación!!