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Asier Etxeandia llega a Pamplona este viernes con 'El intérprete'

Tras pasar por Bilbao y Vitoria, 'El intérprete', un itinerario musical por aquellas canciones e intérpretes dramáticos y solitarios que forman parte de la memoria colectiva actual, llega al Gayarre.

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El Teatro Gayarre acoge al público la obra de teatro musical "El intérprete". Protagonizada por el actor bilbaíno Asier Etxeandia, se podrá ver el este viernes 21 21:00 horas. "El intérprete" es un itinerario musical a través de aquellas canciones e intérpretes dramáticos y solitarios que forman parte de la memoria colectiva actual y de la de muchos otros antes que nosotros.

De la unión artística entre el actor y cantante Asier Etxeandia y el compositor y productor musical Tao Gutiérrez nace "El Intérprete", un viaje musical a través de canciones e intérpretes como Kurt Weill, Héctor Lavoe, Lucho Gatica, Chavela Vargas, La Lupe, Gardel,Talking Heads, David Bowie, Rolling Stones... En "El Intérprete", un grupo de artistas liderados por Asier Etxeandia, con Gherardo Catanzaro al piano, el contrabajista Enrico Barbaro y el compositor Tao Gutiérrez a la percusión, componen una de las bandas más potentes del momento.

"El Intérprete" es un concierto que intenta alejarnos de lo convencional y lo correcto. Sus cimientos son versiones clásicas y temas originales elegidos para crear un guión, un viaje emocional. Un show. Una propuesta escénica, que pretende convertirse en una oportunidad única para generar algo nuevo, fresco y renovado. Hemos iniciado un camino de investigación musical y teatral para encontrar ese lugar a medio camino entre la música y la interpretación, entre el cabaret y la performance. Un espectáculo con y para el público, con un planteamiento claro: desinhibición y desenfado. Una noche al servicio del espectador, donde todo es posible.

Asier aprendió a hablar cantando. Repitiendo las canciones que sonaban en la radio de su infancia. Siempre ha necesitado cantar, como él mismo explica: "Cuando era pequeño me ponía de espaldas contra la pared en un rincón de mi cuarto. No me ponía así porque me hubieran castigado, ni porque fuera autista. Bueno, un poco autista, quizá... Escuchaba mi voz con el eco de la pared, un eco que hace que parezca que cantas al micrófono, y me sentía un cantante de verdad"