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Arte

Exposición en la Alhóndiga

Jacques Carelman trae a Bilbao la ironía de sus 'objetos imposibles'

Redacción

El artista francés inaugura una muestra con artilugios insólitos y nada funcionales, ideados por él mismo: una calculadora con un solo número y un matamoscas con agujero son algunas de sus propuestas.

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Exposición de Jacques Carelman en la Alhóndiga bilbaína

Hasta el 16 de octubre, el humor, la ironía y el absurdo se adueñan del centro cultural AlhóndigaBilbao, donde se puede contemplar la exposición 'Catálogo de objetos imposibles'. La muestra reúne una serie de insólitos y nada funcionales artilugios ideados por el francés Jacques Carelman.

De la fusión de la lógica y el absurdo, a través del humor, nacen objetos como una 'bicicleta para la nieve' con raquetas como ruedas; una mesa de ping pong de formas onduladas; un 'cochecito-carretilla' para pasear bebés por el campo; una calculadora con un solo número; un 'sillón radiador' para frioleros o un matamoscas atravesado por un agujero para dar una oportunidad a los insectos, entre otros artilugios.

La muestra se ha organizado dentro de la segunda edición de 'La Risa de Bilbao. Semana Internacional de Literatura y Arte con Humor', que comienza este miércoles centrada en el humor surrealista.

Contra la sociedad de consumo
Jacques Carelman, pintor, escultor, ilustrador y escenógrafo nacido en Marsella en 1929, ha explicado que el origen de sus ''objetos imposibles'' se remonta a ''mayo del 68 en París, con la revuelta de los estudiantes'' contrarios a la sociedad de consumo. El artista concibió entonces un libro ''para ridiculizar los objetos de la vida cotidiana''. ''Ahí comenzó todo'', ha indicado.

El autor publicó en 1969 su 'Catálogo de Objetos Imposibles' como parodia de un catálogo de venta por correo. Este trabajo, traducido a cerca de veinte lenguas, contenía más de 400 diseños que  representaban objetos de la vida cotidiana, reinventados hasta el límite del absurdo.

Tras el éxito obtenido, Carelman fue invitado a exponer sus diseños en el Museo de Artes Decorativas de París, y decidió realizar unos sesenta objetos tridimensionales a partir de sus diseños (luego la exposición creció y actualmente consta de 200 objetos). La primera muestra tuvo lugar en el Museo del Louvre.

Su autor ha confesado que no tiene intención ''de hacer ningún objeto imposible más'', aunque ha reconocido que hay uno que no ha sido capaz de desarrollar: ''Una máquina para fabricar dinero'', ha dicho con humor.