Arte
'Van Gogh: la vida'
Van Gogh no se suicidó, según una nueva biografía del artista
Redacción
La obra, escrita por Steven Naifeh y Gregory White Smith (ganadores del premio Pulitzer en 1990), sostiene que murió de un disparo accidental de un adolescente.
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Van Gogh no se suicidó, según una nueva biografía del artista.
Una nueva biografía sobre Vincent Van Gogh publicada este lunes en el Reino Unido sostiene que el artista no se suicidó, sino que murió de un disparo accidental de un adolescente en la localidad francesa de Auvers-sur-Oise, en 1890.
Esta es una de las principales revelaciones de 'Van Gogh: la vida', escrita por los estadounidenses Steven Naifeh y Gregory White Smith, ganadores del premio Pulitzer en 1990, que investigaron la vida del artista holandés durante más de una década en colaboración con instituciones como el museo Van Gogh de Amsterdam.
Tras estudiar miles de documentos y libros relacionados con el pintor, los autores concluyen que, contra lo que se creía, no se suicidó en Auvers-sur-Oise, sino que fue alcanzado por el disparo de un joven de la localidad, a quien conocía, cuando se lo encontró en un campo de trigo al que solía ir a pintar.
Según el libro, fue René Secrétan, un joven veraneante de 16 años obsesionado con el Lejano Oeste, quien le alcanzó en el pecho de forma accidental cuando, vestido de vaquero, manejaba un arma de calibre 380 estropeada.
De acuerdo con la biografía, el solitario y atormentado Van Gogh, que conocía al chico y a su hermano de beber con ellos de vez en cuando, volvió tambaleándose hacia la posada Ravoux donde se alojaba, en la que murió 30 horas después.
Cuando alguien le preguntó si se había querido suicidar, el artista respondió vagamente: ''Creo que sí''. Los autores opinan que lo dijo para defender a René Secrétan y a su hermano Gaston, que también estaba presente ese 27 de julio de 1890.
Argumentan que la versión del suicidio no casa con la opinión que el pintor tenía del acto, que había tachado de ''cobarde'' en sus cartas, ni con el tipo de disparo oblicuo en su pecho, pues hubiera sido en línea recta si Van Gogh le hubiera dado al gatillo.
Jamás se encontró el arma utilizada ni el caballete y los pinceles que supuestamente se había llevado con él al campo para pintar.
Otras revelaciones de la biografía son que Van Gogh (1853-1890) padecía un trastorno maníaco depresivo como resultado de un tipo de epilepsia y que su familia intentó internarlo en un sanatorio.