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Cine

Punto de Vista, desde dentro

Paisajes y fugacidad con salas repletas de público

Mikel Dominguez

Pamplona

El festival de cine documental Punto de Vista programa este fin de semana nuevos pases de Orson Welles y Aitor Gametxo por el éxito de público.

Diversas películas de los ciclos Margaret Tait e Islas dialogan en torno a la representación y captación de los paisajes en la Tierra. La artista escocesa, a la que Punto de Vista concede una retrospectiva estos días, se sirve de un aparentemente inocente modo de filmar para hacerse con el paraíso. Desde Happy bees y The orquil burn, películas con una pulsión explícita de mostrar la infancia y la plácida vida de las Islas Orcadas, de donde procede, hasta On the mountain, que consigue captar el paso del tiempo en una calle de Edimburgo, con planos grabados en un intervalo de dos décadas. Lo que no evoluciona es la mirada de Tait, que a lo largo de estas filmaciones mantiene un interés por el detalle y todo lo que le rodea. El diálogo del presente con el pasado se mantiene en The look of the place y, de forma maravillosa, en Place of work, donde la escocesa documenta el entorno de su casa antes de que ese paisaje sea demolido. Estas películas podrán verse el viernes, a las 17:00, en Baluarte.

Confrontadas con el paraíso parecen estar las islas recopiladas por el festival dentro de la sesión 'Paisajes que no debe haber', que recuerda al verso de Fernando Pessoa. Destacan la magia de Way Jambu y Cochihza. En la primera, la suerte lleva desde las olas hasta una isla la tabla de un surfista, con una cámara convenientemente colocada hacia la sorpresa. A partir de ahí, sucede la magia. Esta obra de Manu Uranga recuerda, por cierto, a alguno de los vídeos grabados por Kepa Acero en uno de los cinco continentes. La segunda película, de la belga Khristine Gillard, explora una isla dentro de un lago gobernada por un volcán. La tensión en la calma está recogida con esmero por la autora en cada plano, que mira hacia la verticalidad de la montaña y escucha a sus habitantes. Capta el ritmo propio de la isla. No hace falta mucho más para reflexionar sobre el conocimiento humano. Estas películas, junto con Isole Nella Laguna (Luciano Emmer y Enrico Gras) y Haru, Island of the Solitary (Kanerva Cederström y Riika Tanner), podrán verse el viernes, a las 17:00, en Baluarte.

La Región Central

En Le complexe de la salamandre, todo es frágil. Stéphane Manchematin construye una película muy vital en torno a Patrick Neu, artista que vive aislado en el bosque. La pieza es vital porque vive del presente más absoluto. Las formas de trabajo y obra de Neu se basan en la fragilidad y fugacidad de la estancia del ser humano en la tierra. Como la vida, sus obras pueden transformarse inevitablemente o desaparecer en cualquier momento: una torre de copas a punto de hacerse pedazos, precisos dibujos en cristal ahumado, una máscara hecha con alas de abeja... Neu desprecia cualquier elemento que pueda hacer perdurable sus “manufacturas”. Esta forma de entender el arte como algo fugaz confronta levemente con el galerista que pretende exponer su obra. Manchematin traduce esta lucha sutil en imágenes y, sobre todo, sigue la construcción del misterio del artista -el misterio de la salamandra- en las labores de Neu.

Diego Gutiérrez y Danniel Danniel han hecho, en Huellas, una película de detectives. Los directores colocan a sus amigos en la casa de su vecino recién fallecido para indagar en su figura y, en el fondo, reflexionan sobre la creación de la personalidad a lo largo del proceso vital. A su favor, la construcción de su figura a través del espacio propio dejado tras la muerte, con un tremendo peso del texto, y el vislumbrante final En su contra, el poco espacio dejado al espectador, conducido por unos raíles muy delimitados.

Agenda/Sección oficial: Le complexe de la salamandre será proyectado el viernes, a las 20:00, en Baluarte.  Huellas y el cortometraje Super Unit (Teresa Czepiec) podrán verse el viernes a las 22:30.