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FESTIVAL DE CINE

Una película de alto voltaje sexual gana una Berlinale envuelta en polémica

AGENCIAS | REDACCIÓN

La película 'Touch me not' de la rumana Adina Pintilie se ha hecho con el Oso de Oro de la 68 edición de la Berlinale. La película no gustó en su emisión ni a la crítica ni al público.

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La película Touch me not de la rumana Adina Pintilie se ha hecho con el Oso de Oro de la 68 edición de la Berlinale, envuelta en polémica, ya que su estreno desató deserciones del público ante las largas escenas de sexo y sadomasoquismo o los monólogos de seres incapacitados para el tacto humano, pese a no faltarles nada, o impedidos que viven en plenitud su sexualidad.

Además, han recompensado el nuevo cine procedente de América Latina, con dos Osos de Plata a la paraguaya Las Herederas y otro a la mexicana Museo.

El premio a la mejor actriz ha sido para la paraguaya Ana Brun por su papel de mujer que se emancipa de quien durante años ha sido su dominante compañera en Las Herederas y el premio al mejor actor ha sido para el joven francés Anthony Bajon, por su papel de joven drogadicto que se redime por la vía de la oración en La Prière.

El Gran Premio del Jurado ha sido para la la polaca Twarz y el premio al mejor director ha sido para el estadounidense Wes Anderson, por la película de animación Isle of Dogs.

Dudas sobre la continuidad del Festival

La 68 edición de la Berlinale se había abierto con al aire enrarecido por la polémica en torno al futuro del festival, después de que un colectivo de destacados cineastas alemanes apremiara a buscar una sucesión transparente para Kosslick, cuyo contrato expira en mayo de 2019.

A esa situación siguieron las decepciones por algunos de los 19 filmes incluidos a competición, y por la baja presencia de estrellas de cine sobre su alfombra roja. Ahora, la elección de la película Touch me not como ganadora del evento, sin que haya tenido el respaldo de la crítica y el público, ha echado más leña al fuego.

De todos modos, el sello de identidad de la Berlinale y lo que la diferencia, por ejemplo, del festival de Cannes o de Venecia, es su condición de festival para el público, ya que se ponen a la venta -y se agotan- 300.000 entradas entre todas sus secciones, incluidas las galas de estreno, y así ha sido este año también.