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Zinemaldia

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'Vitoria, 3 de marzo'

Victor Cabaco: 'No queremos que el 3 de marzo de 1976 caiga en el olvido'

Natxo Velez | eitb.eus

El Festival de Cine de San Sebastián acoge hoy, dentro de la gala EiTB, el preestreno de la película ‘Vitoria, 3 de marzo’, que recuerda el asesinato de cinco obreros en la capital alavesa en 1976.

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Euskaraz irakurri: Victor Cabaco: '1976ko martxoaren 3ko gertakariak ez ahaztea da gure helburua'

EiTB vuelve a tener un papel importante en el Festival de Cine de San Sebatián en esta sexagésima sexta edición, ya que participa en 12 producciones que se muestran en el Zinemaldia, entre ellas Vitoria, 3 de marzo, dirigida por Victor Cabaco, que se podrá ver por primera vez esta noche en el teatro Victoria Eugenia dentro de la Gala EiTB.

Vitoria, 3 de marzo recrea el asesinato por parte de la Policía de cinco obreros en Vitoria-Gasteiz, cometido el 3 de marzo de 1976.

El director  Victor Cabaco (Santander, 1967) se vale para ello del personaje de Begoña (Amaia Aberasturi), una joven que se ve involucrada, tanto a través de su familia como en el plano sentimental, en la lucha obrera de la capital alavesa en aquella época.

A través de la mirada de Begoña y valiéndose de documentos visuales y sonoros de la época que se intercalan en el relato de ficción, Cabaco expone el traumático paso a la madurez de una ciudad en la que aún supura la herida mal cerrada, reflejado en la transición forzosa a la vida adulta de la protagonista.

Hablamos con el director de la película, en la que participa EiTB.

¿Por qué elegisteis una historia de ficción para llevar a la pantalla lo ocurrido en Vitoria el 3 de marzo de 1976?

Los productores, guionistas y yo mismo siempre creímos que una historia de ficción era la manera más directa y fácil para llegar al espectador y narrar los hechos que ocurrieron en marzo del 76.

Queríamos integrar los hechos reales que ocurrieron en esa época dentro de una película con personajes ficticios. Desde la ficción, tocamos todos los agentes sociales de esa época: obreros, empresarios, periodistas, políticos…

Además, con una película accedes a un público más joven al que de otra manera no le llegaría la información, tendría menos acceso a tomar contacto con una historia real como esta.

Vitoria 3 de marzo

Miráis a los asesinatos del 3 de marzo desde el punto de vista de Begoña, una joven de 18 años. ¿Qué ventajas os ha dado ese enfoque?

La película se articula desde ese personaje, que es el nexo de unión de todas las historias. Es una historia de cambios, de toma de conciencia, desde el núcleo familiar hasta ámbitos más amplios como las empresas y la política.

Todo esto se ve desde la mirada de la juventud y de los ideales, una mirada sin condicionantes y que se mueve por sus emociones. Desde ahí surgen unos fuertes ideales.

Pero, ¿toma Begoña conciencia política o solo se mueve por amor?

Ella es una chica inquieta, que se involucra con las cosas ya sea desde el amor o desde su conciencia. Pero los hechos hacen que despierte su conciencia social, obrera. Es el paso de la infancia a la madurez.

Varios personajes tienen que tomar decisiones en algunos momentos de la película. ¿Todos tenemos un precio?

En esta película todos tienen un precio, que no solo es el del dinero, es el de la consciencia, o el del cariño o el amor y también el de los ideales.

Todos deciden según sus normas y hasta se sacrifican por ellas. La vida les lleva por unos caminos que no siempre son los más fáciles, pero al final todos intentan ser fieles a sus ideas.

 

 

¿Cómo ha sido el proceso de documentación para hacer la película? ¿A qué fuentes habéis acudido?

El proyecto de esta película lleva en marcha desde hace 8 años. La documentación a la que hemos accedido ha sido muy amplia: numerosos documentales que se han hecho sobre el tema, imágenes de archivo, prensa de la época, y libros, no solo de los hechos, sino de la situación política.

También hemos estado en contacto y colaboración con la Asociación 3 de Marzo, que nos ha contado sus experiencias en aquellos días.

Además, parece que ha pasado mucho tiempo, pero muchas personas de Vitoria nos recordaban constantemente lo que pasó aquellos días, está muy presente en la ciudad. Cuando estuvimos localizando en la iglesia de los Ángeles, el párroco nos contó dónde estaban en las asambleas y cómo les ayudó a escapar por la sacristía, y que luego la Policía le pegó una paliza.

En la película, la ficción se intercala con documentos sonoros e imágenes reales de la época. ¿Qué crees que han aportado?

Aportan una verosimilitud importante: ayudan al público a creer que todo es lo más real posible y meternos en los 70 con documentos reales.

Los audios son una parte muy importante que refleja la salvajada que ocurrió, y le da un valor de documento muy importante. Es sobrecogedor escuchar dentro de nuestro relato todos esos audios y saber que son reales.

Es un proyecto surgido en la ciudad, y muchos ciudadanos han participado en la película como extras. ¿Sientes que es un proyecto compartido con la ciudad?

La participación de las personas y las instituciones de Vitoria ha sido increíble, se nota que es un hecho de mucha importancia para la ciudad. La colaboración ha sido total, sobre todo el de las personas que se acercaron voluntariamente para participar como extras.

No se puede dar más que las gracias a todas esas personas que venían desde sus casas ya vestidas como en los 70 para participar un rato en la película. Rodar es muy tedioso, pero se quedaban un rato más para seguir colaborando.

Hay días que vinieron 500  personas por la mañana y 500 por la tarde, y todos muy concienciados y con ganas de estar en este proyecto. Ha sido un verdadero placer.

Hubo momentos muy emotivos y las personas se emocionaban constantemente, desde señores mayores que te decían exactamente dónde estaban ese día hasta hijos y nietos de los que estuvieron allí.

Vitoria 3 de marzo

Ante el desinterés de las instituciones por aclarar los asesinatos del 3 de marzo, ¿crees que aún queda algo más por saberse de los hechos?

Los hechos están ahí y están muy documentados. Es una tragedia que se ha olvidado judicialmente, y es algo que debe esclarecerse por el bien de las personas que fueron damnificadas por aquellos hechos.

Por la paz social, parece que desde Bruselas se van a investigar los hechos del 3 de marzo.

¿Qué futuro le auguráis a la película después del Zinemaldia?

Esto es una presentación, y la película se estrenará en todo el Estado el 1 de marzo de 2019. El futuro es que la gente vaya a verla, se emocione y se entere de unos hechos graves que ocurrieron en Vitoria.

A su vez, vamos a intentar mover también la película por festivales de cine. Acabamos de terminarla y queremos que se vea lo más posible, queremos que aquellos hechos del 3 de marzo del 1976 no se queden en el olvido.