Zinemaldia
Alfombra roja
Los mejores looks de las estrellas en el Zinemaldia
A. A.
Mónica Bellucci ha sido una de las más acertadas y Penélope Cruz también ha derrochado glamour. Sin embargo, destacamos a Maribel Verdú e Inma Cuesta por la belleza de su sencillez.
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La actriz italiana Monica Belluci, en Festival de Cine de Donostia-San Sebastián. Foto: EFE
El Festival de Cine de San Sebastián trae, si cabe, más glamour a la capital donostiarra. Sin embargo, es verdad que tal vez el Zinemaldia tiene un estilo más sport y nos da la oportunidad de descubrir el estilo más "de la calle" de las estrellas de cine que nos visitan. Para las galas, sacan sus mejores trajes, pero las líneas sencillas y austeras suelen dominar en la alfombra roja. Hasta ahora, tal vez la sensual Monica Bellucci haya sido una de las más espectaculares, pero, sin duda, esto siempre es cuestión de gusto.
Bellucci llegó a Donostia-San Sebastián con pantalón y camisa negros y una chaqueta aterciopelada en berenjena. Tampoco le faltaban las gafas de sol a las que han recurrido la mayoría de las estrellas que estos días visitan la ciudad. Para la presentación de Rhino Season, del director iraní Bahman Ghobadi, la actriz siguió apostando por un traje de chaqueta y pantalón negros. Sin embargo, Bellucci llegó a la alfombra roja luciendo curvas y haciendo honor a la fama de mujer italiana sexy que tiene. Con un vestido de encaje gris de y corte sirena, la italiana volvió a enseñar que para ella los años son como para el buen vino.
Otra de las actrices a las que se ha mirado con lupa ha sido Penélope Cruz. La mujer de Javier Bardem llegó con unos pantalones corsarios, una chaqueta de punto negra con bordados blancos y unos taconazos negros. Sorprendió su amabilidad y lució natural. Para la presentación de su película Volver a nacer, Penélope se enfundó en un vestido más que ajustado y estampado de flores, que para sorpresa de muchos le favorecía. Aunque la apuesta segura de Penélope Cruz en este Zinemaldia fue el vestido rojo con una gran abertura que escogió para la alfombra roja.
Susan Sarandon y Catherine Deneuve han sido la cara y la cruz de saber lo que a uno le favorece. La primera fue fiel a su estilo. Sarandon llegó a Donostia-San Sebastián en vaqueros y chaqueta de punto, pero lució escotado vestido en morado que no desmerecía a un Richard Gere, que le sigue encajando el traje a la perfección. Catherine Deneuve, sin embargo, no acertó ni con el vestido con estampado de serpiente, ni con el fular negro y el bolso que escogió para la presentación de su película As linhas de torres, dirigido por la chilena Valeria Sarmient.
A Barbara Goenaga hay pocas cosas que no le favorezcan, pero el vestido que lució en la gala inaugural no fue una buena elección. No favorecía su figura y el efecto óptico no era cómodo para el espectador. A su lado, Cayetana Guillén Cuervo, con un sencillo vestido negro resultaba más correcta, aunque tampoco deslumbrante. También han sido correctas las actrices Maribel Verdú e Inma Cuesta, de rojo y negro respectivamente, que, simplemente, supieron acertar sin arriesgar demasiado.
¿Los hombres lo tienen más fácil?
Un traje siempre disimula más las imperfecciones que un ajustado vestido que no deja lugar a dudas sobre lo que hay debajo, aunque siempre puede haber sorpresas. De todos modos, en esta edición del Zinemaldia no ha habido grande despropósitos. Benicio del Toro, por ejemplo, no abandonó su característico "despeinado" para ponerse el traje, aunque abandonar la capital donostiarra con traje y zapatillas de las de salir a correr de toda la vida, no nos convence.
Al que tal vez habría que darle un toque de atención, pero más por su "siniestro" rostro que por el atuendo, es a John Travolta. El compañero de Del Toro en Salvajes ha estado en boca de todos no por haber vestido de riguroso negro en el Zinemaldia, sino por su inexpresiva cara. Más que de estilista tal vez debería cambiar de cirujano.
Finalmente, merece una mención especial el actor Jean Rochefort, que ha presentado su película El artista y la modelo, por lucir esos pantalones amarillos con tirantes verdes y resultar tan entrañable.