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Entrevista

Itziar Diez de Ultzurrun: "En la traducción, he intentado fusionar el aspecto estético y el contenido"

Natxo Velez | EITB Media

Itziar Diez de Ultzurrun ha traducido al euskera el poema épico de Kae Tempest "Brand new ancients". Lo publica la editorial Igela en una edición bilingüe en euskera e inglés, dentro de la colección Mintaka.

  • La traductora Itziar Diez de Ultzurrun

    La traductora Itziar Diez de Ultzurrun

Euskaraz irakurri: Itziar Diez de Ultzurrun: "Itzulpenean, alderdi estetikoa eta edukia uztartzen ahalegindu naiz"

Ya podemos leer en euskera una muestra de la obra Kae Tempest (Londres, 1985), poeta y cantante de género no binario: el "poema para leer en voz alta" Antzinako berri-berriak. Gracias a la traducción de Itziar Diez de Ultzurrun, la editorial Igela publica en una edición bilingüe en euskera e inglés los milagros de dioses y diosas cotidianos (trabajadoras, estudiantes, padres y madres, hijas…) que brillan en grises barrios sometidos, prodigios corrientes y ordinarios que a pesar de todo, o precisamente por todo ello, merecen ser contados y cantados.

En Antzinako berri-berriak, Tempest atrapa con léxico afilado y ritmo vivo el pulso, el latido de los barrios periféricos (sirva de alerta sobre dónde colocamos el centro, el hecho de llamar periféricos a nuestros paisajes más propios), y amplifica con el barniz de la literatura las luces de ese sujeto colectivo, que acostumbran a quedar sepultadas por la grisura. Atrapa con sensibilidad, ensalza y comprende la estremecedora humanidad de los y las personas dominadas.   

Hemos hablado con la traductora Itziar Diez de Ultzurrun.

¿Cómo te llegó Antzinako berri-berriak y qué fue lo que llamó tu atención sobre el texto?

Me llegó a través de Lander Majuelo, editor de Igela. Me pasó tres obras de Kae Tempest, sendos poemas extensos, y me propuso que tradujera uno de ellos. A Majuelo le pareció que Brand New Ancients era el más apropiado para traducir al euskera, y, por tanto, fue el primero que leí; lo hice, además, de un tirón. Me encantó, tanto su forma como su contenido, y le dije que sí, embargada por un atrevido optimismo.

Me llamaron la atención varias cosas: la cadencia del poema, la facilidad con la que Tempest enlaza las rimas, los ecos de antiguos poemas épicos, los cambios de rimo en la narración; el hecho de que los y las protagonistas sean personas de clase obrera y Tempest vea divinidad en ellos y ellas y en sus pequeños retos y disputas cotidianos; el elogio a la dignidad de las vidas de la gente humilde, la mirada comprensiva de la narradora, la capacidad para comprender la mezquindad y colocarla en su contexto, la denuncia del falso discurso de ganadores y perdedores…   

Kae Tempest tiene ya una obra bastante abundante. ¿Cómo se sumerge la traductora en el universo del o la escritora que tiene que traducir?  

Sí, se trata de alguien con una abundante obra de creación, y que ha participado en diferentes disciplinas artísticas. Hubo un tiempo en el que creía había que conocer muy profundamente al autor o autora antes de traducir cualquier texto literario; es decir, que en caso de querer hacer una traducción con fundamento, había que leer el resto de sus trabajos, además de todo lo escrito sobre él o ella y su obra.

Ahora, he flexibilizado esa opinión. Por un lado, creo que debemos trata de comprender el texto que vamos a traducir de la manera más profunda y rigurosa posible, y para eso es muy útil sumergirse, al menos en cierta medida, en el universo del o la escritora. Digo "en cierta medida", porque, si el o la autora que vas a traducir es muy prolífico y se han escrito sobre él o ella docenas o cientos de libros, normalmente resulta imposible leerlo todo, ya que tenemos que tener en cuenta que suele haber un plazo concreto para terminar la traducción y que tenemos que atender a otras labores cotidianas como los cuidados. 

Por lo tanto, este tema no me preocupa tanto como lo hacía hace un tiempo. Trato de conocer el o la autora y su trabajo, pero aceptando que nunca aprenderé lo suficiente como para escribir una tesis sobre él o ella y que, a pesar de ello, seré capaz de hacer una traducción correcta o, al menos, tendré esa intención.

¿Cómo ha sido esa aproximación, en tu caso?

En este caso, no conocía a Tempest, no había oido nada a su respecto, y, antes de empezar a traducir, decidí informarme más a fondo, claro. Después de esa labor de "documentación", mientras traducía, he escuchado algunos de sus trabajos, para ambientar un poco la traducción, y creo que eso me ha ayudado.

Por otro lado, en Internet existe un pequeño audio del espectáculo que creó con Bran New Ancients, y me lo he puesto muchas veces: escuchar a Tempest recitar el poema se convirtió en una pequeña obsesión una vez que terminé un primer borrador y empecé a pulir la traducción, pero no creo que me haya perjudicado, o al menos eso espero.  

El oficio de traducir exige por definición cierta flexibilidad. ¿Qué margen te has reservado para alejarte del original?

Creo que siempre trato de adaptar los textos para que se puedan leer en un euskera correcto y sin piedras en el camino, y me alejo tanto como exija ese propósito. Antes de traducir el poema de Tempest, tomé dos decisiones: que lo iba a presentar en un estilo de poema y que no iba a retorcer el texto para que encajara dentro de esos límites formales. Por lo tanto, he intentado traducirlo dentro unos determinados límites formales que, precisamente, me han obligado a alejarme del original, aunque a veces también me han permitido cierta libertad porque es imposible traducir literalmente todos los versos.

Parece que, para traducir poesía, solo hubiera dos opciones: traducir literalmente el contenido del poema original sin atenerte a límites formales o priorizar el aspecto estético de la poesía y llevar a cabo la traducción favoreciendo esa belleza formal e incluso haciendo más confusa la traducción. Yo he optado por una vía intermedia: intentar fusionar el aspecto estético y el contenido.

Has buscado la rima pero, evidentemente, sin ceñirte inflexiblemente al original el inglés. ¿Cómo has trabajado ese aspecto?

He procurado utilizar rimas y respetar la cadencia del poema, pero sin forzar el contenido, ya que he intentado en todo momento traducir de una manera comprensible el contenido del texto original, debido a que parte de la belleza de este poema reside en ese lenguaje tan claro.

La verdad es que no sé muy bien cómo lo he trabajado, creo que he oscilado como una equilibrista y que me ha servido mucho leer la traducción en voz alta, no intentar hacer rimas imposibles y autorizarme a usar todos los recursos lingüísticos a mi alcance.

Kae Tempest

Kae Tempest

El ritmo es uno de los elementos formales más destacados del poema. ¿Qué obstáculos te ha presentado y qué recursos has utilizado para llevar al euskera este ritmo creciente que termina desbocado?

Para mantener la cadencia, he intentado mantener la ligereza y la velocidad del texto original, y el "obstáculo" principal en esa labor lo ha supuesto el hecho de que en inglés se puede dar el mismo contenido con versos más cortos. Esa ha sido, por tanto, una de las dificultades, cómo abreviar versos demasiado largos para no entorpecer el ritmo pero manteniendo el significado, cuidando la comprensibilidad y, cuando me ha parecido posible, utilizando la rima.

Abre el poema la anotación "este poema fue escrito para leerlo en voz alta". ¿Qué le aporta esa oralidad al texto? ¿Cuántas veces has leído el texto en voz alta?

Esa oralidad ha conducido el poema a la línea que te comentaba: había que crear un texto que se pudiera leer rápido, para lo que he utilizado tanto la flexibilidad sintáctica del euskera como la riqueza de nuestro léxico.

No te sabría decir exactamente cuántas veces he leído el texto completo en voz alta, pero seguro que más de una vez; y sobre todo algunos fragmentos, muchas veces. También me ha ayudado escuchar el recital de Tempest. Mientras va recitando el poema, utiliza los tempos y la fuerza de su voz para cambiar los ritmos, para amplificar el dramatismo de algunos pasajes, resaltar algunas rimas… Realiza un increíble trabajo de interpretación.

La traducción está acercándonos varias joyas importantes en los últimos tiempos. ¿Cómo ves el estado de salud de la traducción literaria en euskera?

La traducción literaria goza de muy buena salud: hay profesionales de la traducción perfectamente preparados, y muchos y muchas están deseosos de trabajar. Me gustaría destacar, además, que tenemos muchos recursos lingüísticos a nuestro alcance, que existe una gran solidaridad entre los y las traductoras y que somos muy generosas, siempre dispuestas a ayudar a los demás. Creo que eso se nota en la calidad de nuestras traducciones.

Por otro lado, también existen editoriales interesadas en traducir obras de distintos géneros, y algunas de ellas están realizando tremendos esfuerzos en ese sentido. Cabe subrayar que toda la obra traducida al euskera ya forma un patrimonio magnífico. Evidentemente, ese patrimonio no es tan grande como nos gustaría, y tenemos que trabajar para ampliarlo y hacerlo más diverso; de todas maneras, ya se han traducido al euskera muchos y muchas autoras interesantes y obras de gran calidad: tenemos libros preciosos, traducidos con mucho fundamento y destreza. Finalmente, también muestra este buen momento que nuestro trabajo está siendo reconocido y que han perdido fuerza los prejuicios que existían hace un tiempo.

Desafortunadamente, todavía hay gente que no se da cuenta o no se quiere dar cuenta de la aportación que la traducción literaria (y la traducción en general) hace al ecosistema cultural vasco. Necesitamos políticas más fuertes que favorezcan la traducción, porque nuestro ámbito es clave para impulsar el gusto por la lectura en euskera. Tenemos que seguir trabajando para extender el hábito por leer en euskera a los y las mejores autoras del mundo entero y para eso hay que pulir diferentes aspectos, pero, antes que nada, tenemos que poder disponer de esos y esas autora sen euskera.

¿Qué traducciones te han llamado la atención últimamente?

En los últimos tiempos, he leído Puskak de Irene Pujadas, una colección de cuentos traducida maravillosamente por Amaia Apalauza, y Walden, de Henry David Thoreau, un ensayo publicado por Katakrak y traducido al euskera de forma brillante por Danele Sarriugarte.

¿Qué libros vas a buscar en Durango, si tienes opción?

En Durango, me gustaría comprar, entre otros, Atsoa escrito por Catarina Albert i Paradís con el seudónimo de Victor Catalá, editado por Txalaparta y traducido por Sagastibeltza; y el último de la colección Literatura Unibertsala de EIZIE: Winesburg, Ohio, de Sherwood Anderson, traducido por Joannes Jauregi.