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Literatura

Óbito

Fallece el escritor uruguayo Eduardo Galeano

Agencias - Redacción

El montevideano, que escribió a las heridas abiertas de América y del ser humano, ha muerto a los 74 años.

  • Eduardo Galeano

    Eduardo Galeano

El escritor y periodista uruguayo, Eduardo Galeano (Montevideo, 1940), autor, entre otros, de "Las venas abiertas de América Latina", ha muerto en Montevideo a los 74 años de edad, según fuentes de la editorial Siglo XXI.

Galeano utilizó una prosa muy personal, en la que despejó las fronteras convencionales entre géneros con textos en los que se cruzaban la prosa literaria, la historia, la etnografía, la política y el periodismo.

El autor de "Las venas abiertas de América Latina", "se encontraba enfermo y estaba internado desde hacía varios días. Tenía 74 años de edad", según una información del Ministerio de Cultura de Uruguay.

Fuentes familiares han precisado que Galeano fue ingresado en un centro hospitalario de la capital uruguaya debido al agravamiento de su estado de salud en los últimos días tras una de las muchas recaídas que había sufrido últimamente después de haber pasado épocas buenas una vez que fue intervenido en 2007 de un cáncer de pulmón.

El escritor había dejado preparado para su publicación un texto inédito que quería se publicara tras su fallecimiento.

La editorial Siglo XXI preparará la publicación de esta, probablemente en el mes de mayo, que aparecerá simultáneamente en España, México y Argentina.

"Cazador de historias"

Nacido en la capital uruguaya el 3 de septiembre de 1940, Galeano, debutó en el periodismo con tan solo 14 años, dibujando caricaturas políticas. Fue redactor jefe del semanario "Marcha" (1961-1964), director del diario "Época" (1964-1966) y director de publicaciones de la Universidad de Uruguay (1964-1973).

Ese último año se exilió en Buenos Aires, donde fundó la revista "Crisis", que también dirigió. En 1976 continuó el exilio en Barcelona. Su regreso a Uruguay se produjo en 1985, una vez restaurada la democracia.

Tajante en sus opiniones, radical en sus conceptos, sin tapujos para redactar, el escritor, periodista y editor buscó espacio para la voz de los más desfavorecidos, las víctimas políticas de los gobiernos militares, y hasta de la naturaleza. Las palabras sencillas, y un poco de ironía, eran su secreto.

"Todo está ahí. Salgo a la calle cada día con mis oídos y ojos bien limpios para oír las voces secretas y descubrir los colores escondidos. Soy un cazador de historias, un escuchador de voces", dijo en 2004.