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Música

Entrevista

ØDEI: "El rap me sirve para mostrar mis debilidades sin miedos ni complejos, a través de un personaje"

Natxo Velez | EITB Media

El músico ØDEI publica "Terapia", un oscuro, rebosante, profundo y agitante disco de quince canciones.

  • ØDEI. Foto: Pierra Balacey.

    ØDEI. Foto: Pierra Balacey.

Euskaraz irakurri: ØDEI: "Rapak balio dit konplexurik eta beldurrik gabe, pertsonaiaren bidez, nire ahuleziak erakusteko"

El músico urruñarra Odei Barroso (Barakaldo, 1988) ha hecho terapia bajo el nombre de ØDEI, y ha compilado el resultado de ese inmisericorde careo consigo mismo en Terapia, disco autoproducido de quince canciones. Y es que, ¿qué son la creación honesta y la terapia, si no son un honrado interrogatorio con uno mismo? 

Las canciones de este primer trabajo en solitario de Odei, que llega tras tres discos con el grupo 2zio, desprenden sinceridad devenida en poesía cruda y desprovista de artificios exagerados y vacuos: recuerdos que huyen de la nostalgia, reflexiones y reivindicaciones políticas y sociales, preguntas sin vocación de ofrecer respuestas, juegos de palabras, homenajes, réplicas… El nuevo disco de ØDEI reparte caricias y mordiscos, ambos sustentados por sombríos sonidos drill.  

Terapia es un disco hecho con orgullo pero sin vanidad desde la periferia musical y geográfica, y también es una necesaria invitación a escuchar aquí y ahora sonidos emergentes, más allá de lo dominante y lo residual. Terapia supone, además de una exhortación para seguir atentos y atentas a lo que ocurre allende lo inmediato, un muy disfrutable trabajo lírico y musical, emocionante e intelectualmente estimulante.  

Hemos hablado con Odei sobre todo ello.

Después de sacar tres discos y dar por terminado el recorrido de 2zio, has firmado Terapia bajo el nombre de ØDEI. ¿Qué querías mantener de 2zio y en qué aspectos te gustaría distanciarte de tu anterior proyecto?

Se trata, de alguna manera, una continuación de mi anterior camino. Es mi primer disco en solitario, pero también mi cuarto disco, y me gustaría mantener la experiencia adquirida en 2zio.

De todas formas, también quiero presentar algo más nuevo, más personal y más mío. He dicho en anteriores ocasiones que este es un proyecto que he podido hacer gracias a 2zio, pero que contiene, a su vez, todo lo que no podía hacer en 2zio.

ØDEI. Argazkia: Pierre Balacey.

ØDEI. Foto: Pierre Balacey.

Has asumido la producción musical junto a Jo Olascuaga. ¿Cómo has utilizado las infinitas opciones que te da la electrónica para delimitar el universo musical de Terapia?

Es cierto que el de la electrónica puede ser un territorio muy amplio e infinito, más aún con los recursos que pone a nuestro alcance Internet.

Lo que ocurre a la hora de dar una coherencia musical al proyecto es que todas las bases de datos que preparo, todos mis sonidos, pertenece a las texturas que a mí me gustan. Son bombos y bajos muy drill y trap. Creo que, sobre todo, es la coherencia de esos bajos la que aporta unidad al disco, junto a la creación de los samples melódicos.

En ese apartado melódico, soy muy oscuro a la hora de crear, eso es lo que me inspira. Diría que la elección de esos kick, bass y beats y la textura oscura de los samples son lo que dota de unidad a todo el trabajo. Todas se mueven en la misma dirección, y en la producción de este disco he buscado esa estética.

¿Cómo ha sido el proceso de composición de los quince temas? ¿Cuánto hay de vestir con palabras la música y cuánto de rodear las palabras de bases musicales?

Primero trabajo la parte musical, y siempre es después cuando llegan las letras. Todas las letras del disco han sido escritas sobre una base instrumental. Siempre escribo cuando la base ya está encaminada.

El instrumental condiciona mi manera de escribir, y lo respeto mucho. La mayoría de las veces, comienzo desde un sample, ambiente o sonido concreto que voy trabajando con un tempo al que añado un kick. Es partiendo desde ahí donde se va formando todo poco a poco.

Suelo tener preparados algunos beats sobre los que voy probando diferentes samples. Después, comienzo a definir las estructuras y a meter los bajos.

Terapia da zuretzat kantuak idaztea, zeure buruarentzat idazten dituzu lehenik eta behin. Norentzat argitaratzen dituzu, baina?

Y las letras van sobre todo eso. Empiezo a escribir cuando tengo el instrumental totalmente acabado, con intro y todo.

Escribir canciones es una terapia para ti, escribes sobre todo para ti mismo. Pero ¿para quién publicas?

Cuando estoy creando, escribo de un modo totalmente personal e íntimo, como si estuviera encerrado en mi cueva. Lo hago sin pensar demasiado hacia fuera. Pero es cierto que luego lo publico, no lo guardo para mí, y doy el paso de enseñar mi creación a la gente.  

¿Para quién? Muchas veces ni yo mismo sé quién va a ser el o la oyente, porque me he dado cuenta de que tengo oyentes de perfiles muy diferentes. No hay una franja concreta de edad, y también se me acercan personas que no son necesariamente oyentes de rap… Le abro mi mundo a aquel que quiera recibirlo.

De todas formas, es cierto que muchas veces pienso sobre todo en mi alrededor rapero, en aquellos y aquellas que escuchan rap en su día a día.

El disco se titula "Terapia", pero no parece que el mundo de la música sea un espacio muy estable para el cuidado de la salud mental: exposición, precariedad…

Sí, estoy totalmente de acuerdo. Como todo lo relacionado en nuestro país con el arte y la música, es ciertamente preocupante y aterrador. Siempre tenemos que compatibilizar la carrera artística con otras obligaciones y tareas, y cuando la gente me dice que un proceso de dos años para sacar el disco es largo, le digo que tiene razón. Pero tengo más de un trabajo más, y estoy enfrascado en miles de cosas.

La mayor parte de este disco se ha creado en la franja que va desde las doce de la noche a las cuatro de la madrugada. Y eso demuestra un poco cuáles son las circunstancias en las que creamos.

Me llama mucho la atención el uso del "yo" en el rap. ¿En qué medida es válido el parapeto de la ficción, como en literatura, en un ámbito como el rap donde se reivindica tanto "la honestidad"?

Sí, el "yo" está muy presente tanto en mi disco como en el 90 % del rap que escucho. Yo he ido viendo diferentes funciones en ese "yo". Por un lado, un "yo" que sirve para expresar y liberar todo lo que uno tiene que decir, y por otro lado un "nosotrxs".

Me parece que con un "yo" se pueden identificar muchos y muchas "nosotrxs", y en el rap se ha convertido más eficaz hablar del "yo" que del "nosotrxs". En la sociedad actual, viendo su funcionamiento, se ha vuelto más eficaz hablar desde el "yo", es más honesto y real. 

¿Que tiene límites? Pues claro. En muchos momentos es difícil delimitar la frontera entre persona y personaje. De todas formas, siempre he defendido que cuando estoy rapeando creo un personaje, pero, en mi caso, ese personaje es muy cercano al Odei real.

En el rap, hay gente que opta por crear un personaje más ficticio, y otros lo hacen en un menor grado. Yo pertenezco a ese segundo grupo, porque me parece que no podemos justificar todo en nombre del personaje, ya que detrás hay una persona. Muchas veces el personaje nos ofrece protección, pero, al menos en mi caso, esa protección tiene ciertos límites; soy muy sincero a la hora de escribir.

En los últimos años he visto, sobre todo en el rap francés, que ese "yo" siempre es muy fuerte y viril, que es el mejor, pero mi "yo" es una antítesis de eso. El rap me sirve para mostrar mis debilidades sin complejos ni miedos, a través de un personaje.

Negu Gorriak, Su Ta Gar, Selektah Kolektiboa, Kery James… En los textos abundan referentes y referencias al pasado, pero es un disco que mira al futuro estilística y temáticamente. ¿Cómo ves la salud de la música vasca desde esa mirada? No parece que la endémica nostalgia se pueda justificar por la falta de oferta, mucho menos si miramos a Iparralde: Kuartz, Lumi, Habia, Bloñ, Ztah, Torheit…

La verdad es que creo que la creación musical vasca goza de muy buena salud. Hay propuestas muy diferentes, interesantes, innovadoras y que rompan con ciertos esquemas. Ahora, por ejemplo, estoy oyendo el disco de Mairü, que tiene otro toque. También están todos esos grupos que has mencionado y que se mueven por nuestra zona… En ese sentido, me parece que existe una propuesta rica, variada e innovadora.  

Lo que ocurre es que por un lado están los creadores y las creadoras y por otro está el público. Y diría que la masa de oyentes se está despertando y adaptando a esa innovación muy lentamente. No sé si es porque estamos demasiado anclados en el movimiento rock y punk o por alguna otra razón. Yo siempre he dicho que este no un territorio rap.

En estos años en los que el rap ha explotado y es la principal música en Francia por delante del pop y el reggaetón, veo que en Euskal Herria el rap no es ni mucho menos la música principal. Y tampoco digo que lo debiera ser.

Y si lo fuera, ¿la oferta sería similar? ¿El hecho de que el rap tomara el centro no haría que las propuestas fueran diferentes?

Sí. Es cierto que tomar el centro puede cambiar mucho la propuesta, pero no estoy tan seguro de que el rap renunciara a su riqueza y a la diversidad de su oferta por convertirse en la principal música. En Francia se puede ver que la diversidad aflora en el rap, y no existe necesariamente una sola tendencia.

No existe ninguna uniformidad por el hecho de que sea la música principal. Al contrario, diría que los y las artistas de rap tienen cada vez más empuje por hacer cosas nuevas.

El rap es una música tan periférica, también en Francia, que lleva al centro a muchas periferias, y eso es lo que me parece tan interesante y no veo en nuestro país.

Veo que, desde la supremacía de Hegoalde, muchas veces se alaba a tal o cual grupo y se le pone la etiqueta de innovador o precursor, y muchas veces pienso que es tipo de grupo ya existe desde hace diez años o más. Eso me enfada un poco: ¿ahora, como ha surgido en el centro o en un lugar desde el que la gente lo ve más fácilmente, es válido y es innovador? ¡Si se hacía hace diez años y nadie le hacía ni caso!

Me parece que miramos muy poco hacia los márgenes, y si miráramos más hacia allí el consumo de música podría ser mucho más rico; no me refiero a la creación musical, que ya lo es.

ØDEI. Foto: Pierra Balacey.

ØDEI. Foto: Pierra Balacey.

Has creado y publicado tres videoclips como anticipo del disco. ¿Qué importancia le concedes al apartado visual de este proyecto en una época en la que, por suerte o por desgracia la música se "ve" tanto?

Soy consciente de que la música no entra por los ojos. En mi caso, se debe más a que trabajo en la creación audiovisual y me es más fácil porque tengo muy a mano poder sacar vídeos.

Hoy en día, publicas un audio y no lo oye nadie. He sacado los vídeos para tener un mayor alcance, no porque sea una prioridad para mí.   

He publicado un disco con quince canciones, no cuatro canciones y tres clips. Yo quiero que la gente escuche el disco, que no se quede en los clips. Pero es algo necesario para difundir mi música, y seguiré haciendo clips. A través de los vídeos, busco promoción y poder transmitir une estética dentro de mi universo.

Aun así, mi prioridad es la música, el sonido y el oído. No tengo ninguna duda.

Otro de los pilares de tu propuesta son los directos, y ya has dado algunos conciertos. ¿Cómo se manifiesta el proyecto ØDEI sobre el escenario? ¿Con qué objetivo sales al escenario y qué le pides a un concierto para quedarte a gusto?

En los conciertos me acompañan sobre el escenario un DJ y dos o tres backers, además del equipo técnico de sonido y luces.

Me quedo a gusto cuando me parece que hemos conectado con el oyente, cuando siento que hemos dejado algún rastro en sus recuerdos o en sus vivencias.

Nos tomamos los directos muy en serio, los hemos trabajado a fondo y son imprescindibles en nuestro proyecto. No nos presentamos con malos conciertos o conciertos trabajados de aquella manera. He trabajado mucho en la producción del disco, y me daría mucha pena que no pudiéramos transmitir eso en los directos.  

A pesar de que sea en perjuicio del apartado económico, en la primera parte de la gira hemos llevado nuestro propio equipo a los gaztetxes porque prefiero que el sonido sea cercano a aquello que se ofrece en el disco. Se trata de un sonido que tiene que estar muy controlado; si no, no queda bien, y para mí eso es lo peor que podría pasar.

¿Existe algún lugar para la improvisación en tus directos o te ciñes de manera totalmente fiel al disco?

No, la improvisación no cabe en el proyecto ØDEI. Todas las canciones que tocamos en los conciertos son las del disco, casi todas las que he grabado.

Para terminar, te propongo un breve cuestionario…

¿Un grupo o solista vasco?

Lumi

¿Un grupo o solista extranjero?

Como acaba de sacar disco, te diré Kendrick Lamar.

¿Un letrista preferido?

Un letrista que me encanta, que es rapero, es Kery James, al que debo mucho.

¿Un concierto inolvidable como espectador?

El de Selektah Kolektiboa y Negu Gorriak en Donostia. Entonces era un niño, y me marco mucho.

¿Dónde darías el concierto de tus sueños?

Ya he tocado en la sala Atabal, pero es una sala que me encanta, tanto en cuanto a sonido como a su tamaño. Aunque ya he tocado allí, es un sueño hacerlo.

Luego, tocar en el Zenith también sería un sueño, pero no creo que vaya a ocurrir.

¿Dónde ves el proyecto ØDEI de aquí a diez años? 

Pues no lo sé. Lo que sí sé es que es un proyecto recién empezado, y dentro de diez años espero haber publicado algún disco más y seguir sobre los escenarios.