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Ciclismo

Dopaje en el deporte

Arranca el juicio de la Operación Puerto, siete años después

Redacción

Cinco procesados, entre médicos y exdirectores deportivos, se enfrentarán a penas de dos años de prisión, en el caso judicial contra la mayor trama de dopaje en el deporte.

Después de siete años desde que la Guardia Civil comenzara los registros, el juicio de la Operación Puerto comienza el lunes, rodeado de una gran expectación, con 164 periodistas acreditados. Será el primer juicio en el mundo que sentará a cinco procesados por un trama de dopaje en el deporte.

Los enjuiciados, entre los que se encuentran médicos y exdirectores deportivos, se enfrentan a una pena de dos años de prisión y otros dos de inhabilitación. El médico Eufemiano Fuentes; su hermana Yolanda Fuentes, médico en el equipo ciclista Comunidad Valenciana; y los exdirectores deportivos Manolo Saiz (Liberty), Vicente Belda (Kelme) y José Ignacio Labarta (Comunidad Valenciana), son los procesados del caso. José Luis Merino Batres ha sido apartado de la causa porque padece alzheimer.

Los cinco procesados están acusados de un delito contra la salud pública, porque el dopaje no fue admitido como delito en España hasta 2006, y los hechos por los que están encausados son anteriores a esa fecha. Por esta misma razón, los deportistas supuestamente dopados no han sido procesados en la Operación Puerto.

Sin embargo, quince deportistas tendrán que declarar como testigos. Entre ellos se encuentran los vascos Joseba Beloki, Unai Osa y David Etxebarria; Alberto Contador, que corrió en el Liberty en 2004 y 2005; y los italianos Ivan Basso y Michele Scarponi. Jorg Jaksche, que fue citado por la Agencia Antidopaje de Estados Unidos (USADA) en el caso contra Armstrong, también declarará en el proceso. Según el corredor alemán, Manolo Saiz le remitió al doctor Eufemiano Fuentes para someterse a un programa de dopaje, que incluía EPO, anabolizantes y autotransfusiones de sangre, entre 2005 y 2006.

Según la Fiscalía, Fuentes y Merino, ahora apartado del caso, llevaban a cabo un proceso llamado "glicerolización", es decir, la preparación de concentraciones de hematíes con un alto nivel de hematocrito para transfundir a los deportistas y elevar su rendimiento físico. La acusación sostiene que, de esta forma, los doctores ponían en peligro la salud de los deportistas, al aumentar la viscosidad de la sangre y someter al corazón demasiado esfuerzo.La Fiscalía asegura que estas transfusiones se realizaban "sin las suficientes garantías higiénico-sanitarias, con el consiguiente peligro para la salud".

Además de la Fiscalía, entre las acusaciones se encuentran la Agencia Mundial Antidopaje (AMA), el Consejo Superior de Deportes, la Unión Ciclista Internacional (UCI), la Federación Española de Ciclismo, la Agrupación Internacional de Grupos Ciclistas Profesionales y Jesús Manzano. El ciclista español admitió haberse dopado y denunció en 2004 que su vida había corrido peligro, lo que puso en marcha la Operación Puerto.