Internacional
Luto nacional
Haití despide a sus muertos para dar paso a la reconstrucción
Redacción
"Sequemos nuestras lágrimas para poder reconstruir Haití", ha dicho el presidente haitiano René Preval. El terremoto de hace un mes dejó 217.000 muertos y cerca de un millón de personas sin hogar.
El pueblo de Haití se ha unido hoy en oración para despedir a sus muertos en ceremonias religiosas con plegarias, cánticos, lágrimas y manos unidas como símbolo de la esperanza en el futuro y en la reconstrucción del país, al cumplirse un mes del seísmo.
El presidente haitiano, René Preval, ha hecho un llamamiento a emprender el camino de la reconstrucción durante esta jornada declarada de luto nacional.
"Sequemos nuestras lágrimas para poder reconstruir Haití", ha dicho el mandatario, quien ha invitado a su pueblo a enterrar a los muertos "con dignidad" y a tener "coraje".
El de hoy ha sido el homenaje póstumo de miles de haitianos a sus seres queridos, a muchos de los cuales no se les pudo enterrar adecuadamente ni ofrecer honras fúnebres porque fueron a parar a fosas comunes.
217.000 muertos
El terremoto de 7 grados que se registró a las 16 horas 53 minutos y 10 segundos (hora de Haití) del 12 de enero marcó un antes y un después en el país más pobre de América, donde ya se cuentan 217.000 muertos y cerca de un millón de personas viven en la calle.
Entre las multitudes que han asistido a las actividades conmemorativas predominaban las ropas de color negro, en señal de duelo, y blanco, propio de los actos fúnebres en Haití, tal como pidió el Gobierno, que ha convocado a los haitianos a vivir en un ambiente de "consenso" los actos de hoy.
La conmemoración se inscribe en el mes de luto declarado tras la catástrofe de Puerto Príncipe, que finalizará el 17 de febrero.
Ceremonias
La ceremonia principal, bajo una carpa profusamente decorada con flores, ha tenido lugar en la escuela de Enfermería de la Universidad de Notre Dame, en la zona de Pacot, con la asistencia, además del presidente Préval, de su Gobierno, de representantes diplomáticos y de personalidades.
También en Petit Goave, en Jacmel, en Léogane y en otras localidades que sufrieron directamente el terremoto hubo actos religiosos, al igual que en muchas ciudades haitianas donde la gente siguió las actividades por la radio y por sistemas de megafonía.