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Baskonia

Copa ACB (Radio Vitoria opina)

El Baskonia se rindió en un partido de alta competición

Iñaki Garaialde

Radio Vitoria

Si hubiera estado Splitter, el resultado no hubiese cambiado mucho.

Curioso. Curioso que el Baskonia se rinda en un partido de alta competición, frente a un equipo de máximo nivel como el Real Madrid en la Copa de Bilbao. No es la primera vez que pasa esta temporada y parece que puede no ser la última. Extraño. Se hace extraño ver a los jugadores mirar al suelo con medio partido por delante y abandonando la pelea sacando bandera blanca, sin ningún gesto de ánimo, ni un choque de manos que agradezca un esfuerzo, un pase, una ayuda o un error de juego.

Curioso que un equipo como el Baskonia construido para ser competitivo note tanto la ausencia de su referente principal, hasta tal punto, que uno llega a pensar que si Tiago Splitter hubiera estado, el resultado no hubiera sido muy diferente. Extraño. Se hace extraño ver como el grupo no tira de otros recursos para minimizar la ausencia del brasileño en un plantilla donde también la calidad se les supone a muchos más jugadores.

Curioso que los aficionados del Bilbao Basket, animen de forma mayoritaria al Real Madrid en su enfrentamiento contra el Baskonia, como no animaron la víspera a su equipo. Extraño. Se hace extraño escuchar los sones de la Retreta de San Prudencio desde esa grada intentando ser hirientes con la afición baskonista.

Curioso. Curioso que sólo jugadores históricos del Real Madrid y Barcelona aparezcan por los actos organizados, por el hotel de los líos y por el propio campo de juego para acompañar y animar a los actuales protagonistas. Se hace extraño no ver a históricos de otros equipos Caja Laboral-Baskonia incluido, en este tipo de eventos que una y mil veces todo el planeta basket señala como extraordinario.

Curioso que se señale desde la propia organización que 500 periodistas realizan el seguimiento de todo lo que acontece en la Copa, y solo se ven trabajar a unos pocos. Extraño ver más periodistas en la sala de avituallamiento para la prensa moviendo el morro de lo que se zampan sin cesar que en las gradas siguiendo el detalle de los partidos.

Curioso lo de la final mediática Real Madrid-Barcelona, la gran esperada por todos los estamentos deportivos, sociales, económicos, políticos, culturales y televisivos, que en buena lógica estará rodeada de un ambiente mayoritariamente hostil. Extraño que en estas circunstancias se haya determinado la presencia real que, entre otras cosas, trae también unas medidas de seguridad extraordinarias que provocan el enfado elevado a mil de los que las sufren. Extraña forma de entender la normalidad.