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Real Sociedad

Contra el Numancia

Real Sociedad: Con mucho que ganar

Ander Altuna

Zubieta

En caso de vencer, la Real aventajaría en 11 puntos al cuadro soriano, una diferencia insalvable.

No resulta sencillo estar en el papel de equipo perseguidor. Desgasta, quema, sobre todo cuando pasan las semanas y no consigues meterte de pleno en la parte privilegiada de la tabla. Los txuri-urdin saben un rato de todo eso. Con solo mirar su trayectoria en las dos últimas temporadas, en las que nado y nado para luego morir en la orilla, es suficiente para darse cuenta de que al Numancia puede sucederle lo mismo. El conjunto de Arkonada lleva acariciando los puestos de ascenso toda la temporada pero no acaba de meterse en ellos. Amagar no es lo mismo que pegar y los sorianos se la juegan en Anoeta. Una derrota les dejaría sin margen de error y perderían de vista a los blanquiazules.

En el mes de marzo de hace dos campañas, el Numancia asestó un golpe demoledor a la Real después de ganar en Anoeta con un gol de Del Pino sobre la bocina. En aquel entonces, la escuadra dirigida por Eizmendi trataba de dar caza a los de arriba y afrontó el choque en la misma tesitura en la que llegan ahora los de Los Pajaritos: con una necesidad superlativa y con mucho que perder. Los sorianos comandaban la tabla y no desperdiciaron la oportunidad. Era un conjunto con unas características similares a las de ahora: por encima de todo era un equipo, sin individualidades, comprometido, trabajador, generoso, con una estructura defensiva muy sólida y eficaz y que pronto cogió la buena ola. El de este año, de todos modos, sin dejar de ser peligroso, está un peldaño por debajo. Aquel equipo llegó a Anoeta sin haber perdido un solo partido fuera de casa y el de ahora ya contabiliza seis. Además, encaja goles con mas facilidad, no es tan fuerte defensivamente. Con todo, los de Lasarte deberán mostrar su lado bueno, el exhibido contra Betis, Rayo o Nástic para poder ganar.

El pre-partido se parece mucho al de hace dos años, solo que con los papeles cambiados. El Numancia no desaprovechó entonces su oportunidad. La Real está ahora al otro lado del espejo. ¿Sabrá aprovecharlo?