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Las claves de la boda de Guillermo y Kate Middleton
1.900 invitados asistirán a la primera "boda del siglo". Para garantizar la sorpresa, la novia ha encargado tres vestidos distintos. Aún no se ha conocido el destino de la luna de miel de los novios.
Redacción
En pocas horas Kate Middleton y Guillermo de Gales se darán el sí quiero en la abadía londinense de Westminster, donde se celebró el funeral de Lady Di. El enlace comenzará a las 12:00 del mediodía (hora de Euskadi). Cinco meses mayor que él, ambos son de 1982, Middleton será el objetivo de todas las miradas, cuando, por fin, después de tanta incógnita, luzca su vestido de novia y, tras ocho años de noviazgo, se convierta en la princesa Catalina (sobre las 13:15), aunque aún está por conocer el título oficial que tendrá la pareja.
El protocolo marcará al milímetro el desarrollo de la boda real, con la llegada al templo a las ocho de la mañana de los primeros 1.900 invitados. Los siguientes en llegar serán los jefes de Estado y de Gobierno extranjeros y los miembros de las familias reales. Tal y como dicta el protocolo, el novio y el resto de miembros de la familia real británica, con la reina Isabel al frente, serán los últimos en llegar, minutos antes de la entrada de la novia, que caminará hasta el altar del brazo de su padre.
Elton John, David y Victoria Beckham y Guy Ritchie son algunos de los personajes más conocidos que asistián al evento. Entre los "ausentes", sin embargo, destacan el presidente estadounidense, Barack Obama, y su esposa Michelle, y Sarah Ferguson, duquesa de York, ex esposa del príncipe Andrés, tío paterno del novio, entre otros.
Tres vestidos de novia
La novia se trasladará a Westminster en una limusina Rolls-Royce. Sin embargo, sin duda alguna, el vestido de Middleton ha sido el secreto mejor guardado de esta primera "boda del siglo". Según el diario The Daily Telegraph, Kate ha encargado tres vestidos distintos para garantizar la sorpresa, en el caso de que haya filtraciones previas. Los rumores apuntan a la directora creativa de la firma del fallecido Alexander McQueen, Sarah Burton, así como a Daniella Issa, Jasper Conran y Alice Temperley.
Kate Middleton no prometerá "obedecer" sino "amar, confortar y honrar" al príncipe Guillermo cuando pronuncie mañana los votos matrimoniales en la abadía de Westminster. El príncipe Guillermo no llevará anillo de casado. Sí lo llevará su futura esposa. Será un anillo hecho con oro que la reina Isabel ha regalado a su nieto. De acuerdo con la tradición, el oro para los anillos de las bodas reales proviene de la mina Clogau St David en la localidad de Bontddu, en el norte de Gales. Una vez finalizado el enlace, a su salida de la abadía de Westminster, los recién casados recorrerán las calles céntricas de Londres, previsiblemente en la 1902 State Landau, una carroza tirada por caballos, la misma que utilizaron el príncipe Carlos y Diana. Pero todo dependerá del clima, porque si llueve la pareja regresará en el Coche de Cristal (Glass Coach) construido en 1881.
Tras el saludo desde el balcón del palacio de Buckingham, se celebrará el bufé por invitación de la reina, al que solo asistirán 650 de los 1.900 invitados, y por la noche la celebración tendrá un carácter aún más privado con una cena y una fiesta ofrecidas por el príncipe Carlos, con 300 personas.
Nada de regalos La pareja no quiere regalos de particulares y en marzo creó un fondo solidario destinado a recoger las donaciones de todas aquellas personas que quieran conmemorar el enlace. El fondo servirá para financiar la tarea de ONGs que trabajan en cinco causas elegidas por la pareja: la prevención del acoso escolar, los cuidados paliativos para niños, la atención a las fuerzas armadas y sus familias, la protección del medioambiente y la promoción del deporte y las artes.
Las donaciones pueden realizarse a través de la página web royalweddingcharityfund.org, que incluye la lista de 26 organizaciones no gubernamentales elegidas por los novios.
Otro secreto bien guardado es el destino que Kate y Guillermo han escogido para su luna de miel. Hasta ahora, no se conoce, pero los medios locales han sugerido numerosos destinos como Jordania, Australia, Kenia (donde Guillermo pidió la mano de Kate), las islas Mauricio o incluso una propiedad real en el condado de Hampshire (sur de Inglaterra), donde tanto el príncipe Carlos y Lady Di (en 1981), como la reina Isabel con el duque de Edimburgo (en 1947), pasaron parte de sus lunas de miel.