Cerrar

Radio

Radio Euskadi

Radio Euskadi

"La Noche Despierta"

Proliferación del espionaje conyugal

I.C.

eitb.com

Internet, la telefonía móvil y las nuevas tecnologías facilitan la proliferación del espionaje conyugal. Nos dan las claves desde la Agencia para el Fraude y la Picaresca.

Se dice que la confianza es la base de toda buena relación pero parece que este valor está en horas bajas. La industria informática y electrónica han sabido convertir las dudas y los celos de parejas, amantes o cónyuges, en un suculento negocio. Así lo revela Francisco Canals, director de la Agencia para el Fraude y la Picaresca, quien asegura que "el espionaje conyugal es un fenómeno subterráneo, a menudo caracterizado por su discreción y anonimato, pero que cuenta con un número importante de adeptos y practicantes en nuestro país".

"Hurgar en la lista de SMS enviados o recibidos, espiar la correspondencia que recibe el cónyuge, leer los papeles o anotaciones que nuestra pareja olvidó en el bolsillo del pantalón, oler la ropa en busca de una fragancia o olor ajeno... se han convertido en prácticas habituales pero que se repiten diariamente en miles de hogares". Las nuevas tecnologías, sin embargo, han permitido a las almas celosas dar un paso más en su labor de espías.

La oferta va desde los dispositivos para monitorizar un teléfono móvil, a compuestos químicos para saber si nuestra pareja ha mantenido relaciones sexuales, bolsos con GPS incorporado, grabadores espía ocultos en hebillas... Internet es, sin duda, un gran aliado para la compra anónima y discreta de este tipo de gadgets pero, además, también se revela como herramienta útil para aquellos infieles que necesitan de una coartada. Estas empresas "se anuncian de manera discreta por Internet y su finalidad es la de proveer de la logística de la infidelidad, previo pago, le facilitan al infiel todo tipo de excusas documentadas".

¿Dónde están los límites? Canals advierte que "en muchos casos el cónyuge se declara moralmente autorizado a entrar en la cuenta de e-mail de su pareja sin saber que está incurriendo en la comisión de un delito de revelación de secretos y exponiéndose en caso de litigio a una fuerte sanción por parte del juez". Ya existe jurisprudencia al respecto.