'La reconciliación ha de darse desde las víctimas'

Las víctimas de ETA, del GAL o de grupos paramilitares, entre otros, serán reconocidas con el premio René Cassin de derechos humanos, que entrega el Gobierno Vasco por su aportación a la convivencia en Euskadi. Han participado en programas de víctimas educadoras y en una experiencia similar a la experimentada en la localidad irlandesa de Glencree, en la que diferentes víctimas comparten y comprenden el dolor mutuo.

El profesor de ética en Deusto, Galo Bilbao, es uno de los coordinadores de esta experiencia y ha señalado en Radio Euskadi que 'la entrega del premio es en última instancia un reconocimiento al papel que juegan las víctimas en nuestro contexto social, en todas las aportaciones que han podido hacer, en este caso una aportaciones especialmente positivas y significativas'.

'Glencree es una experiencia que, en definitiva, nos coloca a los ciudadanos y a las ciudadanas ante una tesitura especial. Si nosotros no hemos tenido la vulneración de derechos humanos que ellos han sufrido, por qué no podemos hacer un proceso de reconocimiento del dolor de otras personas distintas, por qué no podemos iniciar caminos de una convivencia más adecuada. Yo creo que ese es el mensaje fundamental sobre todo para los que no hemos sido víctimas, que somos las mayoría de la población' ha subrayado Galo Bilbao.

La experiencia de Glencree tiene unas dificultades según Bilbao, unas dificultades propias de lo que se aborda, las posibilidades de relación entre personas que han sufrido violencia de signo contrario y eso, evidentemente, es una situación complicada de gestionar.  'Pero contábamos con ventajas; la actitud de las personas que participaron. No sabían exactamente qué era lo que se iban a encontrar en ella pero sí sabían que querían hacer una aportación significativa a la paz y a la convivencia en nuestro país. También se generó una posibilidad de confianza entre las personas, que hizo posible sacar adelante la iniciativa. Y pudimos comprobar, que entre personas que han sufrido la violencia de una manera especialmente significativa, el sufrimiento parecido es muy similar y el reconocimiento mutuo es natural" ha señalado.

"En aquellas sesiones no se habló expresamente de reconciliación. Posiblemente las personas que participaron en Glencree no tenían que reconciliarse unas con otras, bastaba con que reconociesen mutuamente que ellas también habían sufrido como las otras lo habían hecho" ha explicado Galo Bilbao.

Considera que la reconciliación ha de darse desde las víctimas, con su reconocimiento y su participación en la sociedad y tiene que implicarse esa mayoría de la sociedad a la que no ha afectado directamente la violencia y tiene que abrirse una reflexión autocrítica. 'Los procesos de autocrítica después de una situación de violencia son necesarios y en ese sentido es una de las mejores fórmulas que se pueden ofrecer a una sociedad. Todos podemos hacer una revisión crítica de nuestro pasado. Esto no significa un proceso colectivo de catarsis, yo creo más en cuestiones a pie de calle, en la que ciudadanas y ciudadanos como yo, nos plantemos qué he estado haciendo durante este tiempo. Y sobre todo, yo recomendaría que tengamos la capacidad de escuchar el testimonio de las víctimas que ha padecido estas violencias radicales'.

Por otro lado, 'experiencias como las de Glencree nos ayudan a ver que hay sociedad civil más allá de los partidos políticos, yo creo que los partidos políticos tienen su función pero no lo son todo' ha declarado Bilbao.

Asimismo, cree que es importante llegar a acuerdos entre partidos políticos pero cree que es más factible llegar a acuerdos entre personas y grupo sociales. Señala que la existencia o no de esos acuerdos entre partidos políticos dan un tono general que ayudan o dificultan esa tarea.