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Bilbao oficializa el uso del escudo y de la bandera de la villa
El Ayuntamiento de Bilbao ha culminado hoy el proceso de legalización de dos de los principales símbolos de la Villa: el Escudo y la Bandera de Bilbao.
El Pleno del Ayuntamiento de Bilbao ha dado el visto bueno esta mañana a la aprobación definitiva del uso conforme a derecho de ambos, tras recibir el informe positivo de Eusko Ikaskuntza – Sociedad de Estudios Vascos y transcurrido el tiempo de exposición pública legal, sin que se haya presentado ninguna alegación en contra.
En octubre de 2015, Bilbao daba el primer paso para legalizar el uso del Escudo y la Bandera de la Villa, ambos símbolos conocidos y aceptados, cuya utilización databa desde los siglos XVI y XIX, respectivamente. El presente acuerdo, que deberá remitirse en un plazo de diez días a la Diputación Foral de Bizkaia -en cumplimiento a lo establecido en la Norma Foral 9/2012, de 5 de diciembre de Demarcaciones Territoriales de Bizkaia-, supone su legitimación definitiva.
El Escudo de Bilbao
El escudo de Bilbao, que ya aparece en un grabado bilbaino del año 1554, es descrito de la siguiente forma: “De plata, sobre ondas de azur y plata, moviendo del flanco siniestro, un puente de dos ojos, de su color, sumado en su diestra de una Iglesia de los mismos, cubierta de gules, y sur montado en puente de dos lobos pasantes”. El puente y la Iglesia a la que se hace referencia son los de San Antón, ubicados sobre la Ría del Nervión, mientras que los lobos representan a la familia De Haro, fundadora de la Villa en el año 1.300.
La Bandera de Bilbao
Por su parte, la Bandera de Bilbao es blanca, con un dado – o cuadrado- rojo en la parte superior izquierda, en una proporción de tres partes de largo por dos de ancho. Se trata de una antigua enseña marítima distintiva de los barcos mercantes de Bilbao, que en 1845 fue asumida por la población y el propio Consistorio, dada la fuerte relación de la Villa con las actividades mercantiles y marineras desde su fundación, y que desde 1895 se adoptó de forma permanente, hasta su actual regularización.