Pruebas periciales en el Puente Colgante

Mikel Uriarte falleció el pasado 8 de septiembre cuando el vehículo en el que viajaba se precipitó al agua desde la barquilla del Puente de Bizkaia. Su familia no dudó en iniciar una campaña para exigir más medidas de seguridad en este monumento, patrimonio de la UNESCO. "¿Por qué gasta más en su imagen que en la seguridad de los usuarios? ¿A cuántos pasajeros se deben enterrar para aumentar la seguridad de la barquilla?", se han venido preguntando sus familiares y amigos.

El letrado de la familia, David Muñoz, ha asegurado a "La Noche Despierta

" que las pruebas periciales realizadas de madrugada en la barquilla del Puente Colgante "son la piedra angular de cualquier procedimiento de esta clase. Son los peritos los que nos dirán si la barquilla cumplía los requisitos de seguridad en cuanto a adherencia, resistencia de materiales o seguridad activa y pasiva".

Esas pruebas periciales han consistido en medir la adherencia de las dos ruedas delanteras del coche siniestrado, con el piso seco y también mojado, además de comprobar la seguridad de la barrera protectora. Con la que no podrán contar es con la secuencia completa de imágenes de lo que ocurrió el 8 de septiembre. David Muñoz denuncia que "se solicitó al juzgado que requiriera al Trasbordador de Bizkaia que nos dotara de las imágenes captadas por las 16 cámaras que están grabando de forma continua y permanente, y se nos ha respondido que sólo conservan unos pocos fotogramas porque los demás han dejado que se borren en el disco duro automático a los 16 días. Algo bastante grave y preocupante que investigaremos".

El letrado ha quedido advertir, además, que "esta cruzada no es la de Don Quijote. "Las circunstancias que originaron el accidente de Mikel se pueden reproducir". asegura David Muñoz.