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Estigma del sobrepeso en la niñez

eitb.com

¿Sabías que los niños reproducen los estereotipos hacia las personas con sobrepeso desde los 3 años?. Así lo confirman investigaciones como la de Irene Solbes, miembro de la Universidad Complutense.

Según una reciente encuesta cerca del 30% de los escolares no come ni pescado ni verdura en casa, y sólo el 39% de los padres y madres tiene en cuenta el menú escolar a la hora de facilitar a sus hijos una comida variada y equilibrada.

Son varios los estudios que revelan, además, que el porcentaje de niños que tienen un peso saludable es mayor entre los que habitualmente almuerzan en comedores escolares. Sin ir más lejos, la última investigación de la Agencia Española de Seguridad Alimentaría y Nutrición apunta que un 47,6% de los niños que comen en casa tienen exceso de peso.

¿Cómo puede condicionarles este sobrepeso?

En las dos últimas décadas se ha triplicado el número de niños y niñas con exceso de peso y  España se encuentra a la cabeza de Europa en obesidad infantil. Estamos ante un handicap que convierte a estos chavales en “víctimas fáciles”, en objetivos especialmente vulnerables de distintos tipos de rechazo o discriminación.

En los últimos años la sociedad ha avanzado mucho en la integración de grupos tradicionalmente estigmatizados y excluidos, mientras persisten fuertes actitudes negativas hacia las personas con sobrepeso.

Sorprende saber que son prejuicios o estereotipos se reproducen desde muy temprana edad: los niños con 3 años ya tienen una percepción negativa de la obesidad. Los resultados de los estudios realizados en los últimos años parecen indicar que esa estigmatización llega por parte de sus propios compañeros, sus profesores, e incluso por parte de su propio entorno familiar.

Se castiga a las personas con sobrepeso porque se les culpa de su situación: prejuzgándolas como menos capaces, faltos de autocontrol y de fuerza de voluntad. Las consecuencias de este tipo de acoso pueden ser muy graves porque se trata de niños y niñas en proceso de maduración, y las heridas que pueden dejarles las continuas humillaciones o exclusiones pueden marcarles de por vida.

Estamos ante un reto personal, familiar y de salud pública. Hablamos de ello con Irene Solbes, miembro del Departamento de Psicología Evolutiva y de la Educación de la Complutense de Madrid.