El corazón de Marcos Carribero

La historia de la que queremos hacernos cómplices une la fortaleza de un niño, el tesón de unos padres y la solidaridad de la sociedad. El protagonista es Marcos Carribero. Tiene 8 años, es de Jerez y su historial clínico parece no tener fin. Marcos nació con 3 cardiopatías severas que han hecho pender su vida de un hilo en demasiadas ocasiones. Sin embargo, este pequeño ha renacido una y otra vez, y cada vez más fuerte y con una mayor sonrisa.

Marcos nació con atresia pulmonar, hipoplasia del ventrículo derecho y estenosis tricúspide. Con sus 8 años ya ha sido sometido a más de 20 operaciones. La primera de ellas se la practicaron con tan sólo 11 días de vida. Entonces los médicos les repetían a sus padres, una y otra vez que su estado era crítico, pero Marcos demostró su fortaleza y sus ganas de vivir.

La intervención que nunca olvidaran fue la sufrida cuando tenía dos años. Tuvo un postoperatorio complicado, con convulsiones y fiebres, lo que provocó que su cerebro perdiera oxígeno y le ocasionara una lesión cerebral para el resto de la vida.
Fue entonces cuando le implantaron una válvula de derivación hasta el estómago en la cabeza porque retenía líquido. ¿Las consecuencias de todo ello? Reducción de la capacidad psicomotora y una pérdida sustancial de la vista.

Llegó un momento en el que los médicos les dijeron que el cuerpo de Marcos no resistiría más operaciones. Mandaron los informes médicos a decenas de hospitales de todo el mundo. Hasta que en el de Boston confirmaron que podían operarlo, que había un 98% de posibilidades de que saliera adelante.

Hace poco más de un mes, Marcos fue sometido a 19 microcirugías en varias parte del cuerpo para relajar los músculos del cuerpo. “Lo principal es que ha ganado en calidad de vida, el resto no nos importa. Para llorar siempre llegará el día", aseguran el padres del pequeño. Ahora no descartan presentar denuncias por presuntas negligencias médicas en algunas de las intervenciones de Marcos.