Pueblos curiosos con actividades curiosas

El termómetro que mide la economía se está quedando congelado ante el número de malas noticias. Sin embargo hay diferentes poblaciones, localidades pequeñitas, que viven, también en estos tiempos tan difíciles, gracias a actividades realmente curiosas. Comenzaremos nuestra ruta en Tielmes, Madrid, donde la mayoría de sus 2.500 vecinos trabajan fabricando... ¡dientes!.

Laurentino Rodríguez, conocido como ‘Tino el de los dientes’, llegó hace 46 a Tielmes y decidió montar un negocio que si ahora es poco común, en aquellos años mucho menos. Algunos le tildaron de loco cuando dijo que se iba a dedicar a hacer dientes, pero se han convertido en una de las capitales del mundo. Con 12 millones al año pueden cubrir las encías de medio millón de desdentados del planeta. Un negocio que no tiene perdidas y que llega a mucho lugares del mundo: Turquía, Singapur, Tailandia Bélgica, Finlandia, Chipre, Estados Unidos, Malasia, Sarajevo, Perú...

Toda una vida trabajando que dá para muchas curiosidades, como por ejemplo: reconocer en una bandeja con 1.000 dientes si alguno de ellos no pertenece al modelo, la marca o el color; o recitar todas las coordenadas de una pieza a simple vista.

Ese 'know-how' bucal les permite saber, por ejemplo, que hay modas dentales. Cada pueblo y cada raza tiene sus preferencias. Los negros usan dientes blancos y grandes; los asiáticos, pequeños y más marrones; y en el Magreb se compran la dentadura entera. En lugar de puentes, quitan lo que estorba y le calzan al paciente la postiza de cabo a rabo. En Unidesa ya venden a Estados Unidos los dientes 'bleeched', los absolutamente blanqueados que lucen de manera artificial artistas de cine y modelos.

El acebal de Soria

Después visitamos Garagüeta, en Soria, que posee el mayor acebal de Europa. Un bosque muy rentable ahora que llega la Navidad.

Nueve vecinos de Torre Arévalo se han unido para dar salida a este gran tesoro que crece en su tierra y que está protegido desde hace 30 años. Las podas están controladas y sólo se pueden vender certificadas.

Un adorno con tintes de leyenda que para los celtas, era un arbusto sagrado que atraía la prosperidad y la suerte y que tenía propiedades mágicas. Desde hace más de medio siglo, sus ramas se utilizan como adorno navideño y está estrechamente ligado a esta época del año. Este año, gracias a las lluvias, ese acebal de 180 hectáreas es más que nunca un reclamo para los turistas.

Nochevieja de verano

Otra tradición para atraer la suerte: las campanadas. Más de uno no se ha tomado las 12 uvas con las 12 campanadas por motivos ajenos a su propia persona. Lo que le ocurrió a la presentadora Marisa Naranjo pasó a los anales de la historia y también lo que sucedió en la localidad granadina de Bérchules por culta de una tormenta.

Un apagón de luz les dejó sin comerse las uvas el 31 de diciembre de 1994. Desde entonces, celebran la Nochevieja cada primer sábado de agosto, en lo que se ha convertido en un gran atractivo turístico.