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Son más vulnerables

Mujer con discapacidad: víctima invisible

Radio Euskadi

Estudios estiman que la incidencia de la violencia de género en mujeres con discapacidad es entre 2 y 5 veces mayor que en las mujeres en general.

  • Discapacidad Foto: Fekoor

15 mujeres con discapacidad participan, hasta el próximo 7 de junio, en un ‘Taller de Autodefensa’ que les enseña, de forma sencilla pero efectiva, a defenderse de las agresiones sexistas de las que son víctimas en su vida cotidiana. El taller está organizado por la Comisión de Mujer por la Igualdad de Fekoor en colaboración con el área de Igualdad, Cooperación y Ciudadanía del Ayuntamiento de Bilbao.

Izaskun Jiménez, técnica de Igualdad de Fekoor, informa de que ‘a día de hoy no existe ningún estudio estadístico exhaustivo que pueda dar veracidad al dato que nos mandan desde la ONU: que el 80 % de las mujeres con discapacidad sufren o han sufrido alguna vez a lo largo de su vida alguna situación de violencia de género’. Es por ello que Fekoor agradece el paso del Gobierno Vasco ‘que este año sí que ha encargado la elaboración de un estudio para visibilizar esta lacra, que si ya es grande en las mujeres sin discapacidad, lo es muchísimo más aún en el colectivo con el que trabajamos’.

Hay que tener en cuenta que las mujeres con discapacidad se encuentran en una situación de mayor vulnerabilidad o riesgo a la hora de padecer comportamientos violentos porque disminuyen sus posibilidades de defensa personal ante el agresor, porque es menos habitual que trabajen y eso las aísla en el ámbito doméstico e incrementa sus posibilidades de sufrir dependencia económica; por su mayor dependencia a la asistencia o cuidados del agresor, y por el miedo a denunciar el abuso y perder vínculos afectivos y la provisión de cuidados.

En ocasiones, las mujeres con discapacidad desconocen ‘que lo que están sufriendo tiene un nombre, y es violencia de género’. Izaskun Jiménez confirma que muchas no se reconocen como víctimas. ‘Piensan que forma parte de la situación que les ha tocado vivir y que bastante tiene ya el hombre que las dota de cuidados, sin los cuales no podrían sobrevivir, como para no perder los nervios en algún momento, no cargarles la batería de la silla, no darles la medicación a tiempo, o no cambiarles el pañal si es que lo necesitan... Lo que intentamos es hacerlas ver que eso no es normal, que eso no viene en el lote’, recalca la técnica de igualdad de Fekoor. Por otro lado, ‘quienes sí son conscientes no se atreven a dar el paso –denunciar– porque se preguntan qué voy a hacer yo, dónde voy a ir, no tengo a nadie más...’ Las propias mujeres deben sentir ‘que tienen la obligación y el derecho de decir basta; que nosotras las mujeres con discapacidad también tenemos derecho a defendernos’, concluye Jiménez.

‘La legislación en vigor utiliza un concepto de violencia de género no inclusivo’, por eso Fekoor ha señalado en reiteradas ocasiones la necesidad de que la normativa se adecue a la perspectiva de la discapacidad y se incluya la violencia ejercida por agresores que no tenga ningún lazo de unión sentimental o familiar con la mujer con discapacidad víctima. También solicitan integrar la falta de atención como una forma de violencia ejercida en la unidad de cuidado. A día de hoy, sin embargo, la mayoría de los programas y recursos existentes para asistir a las víctimas de violencia machista no tienen en cuenta la realidad ni las necesidades específicas de las mujeres con discapacidad.

La Comisión de Mujer por la Igualdad de Fekoor está manteniendo encuentros en diferentes consistorios. Han estado ya en el ayuntamiento de Santurtzi y Erandio, en Portugalete, y estarán en Leioa, en Mungia ‘y en todos los ayuntamientos cuyas áreas de igualdad nos quieran abrir las puertas para hacerles ver que existe una realidad que deben tener en cuenta’.