Urkullu insiste en lograr acuerdos antes de las municipales

El lehendakari, Iñigo Urkullu, ha insistido en la necesidad de llegar a acuerdos con otros partidos para garantizar la gobernabilidad del país, y ha afirmado que se tanto a él como a la sociedad se les haría “muy largo” tener que esperar a la celebración de las próximas elecciones municipales y forales –previstas para dentro de dos años y medio- para que las “actitudes” de los partidos “cambien” y se puedan consumar dichos pactos.

En su primera entrevista a un medio audiovisual, Iñigo Urkullu ha efectuado en el Boulevard de Radio Euskadi un amplio repaso a sus tareas de gobierno más inmediatas, y ha avanzado las primeras medidas que tiene previsto llevar a cabo.

Urkullu ha vuelto a destacar su disposición a llegar a acuerdos con los grupos parlamentarios, pese a ser consciente de las dificultades, y ha abierto el abanico de posibles acuerdos, no sólo al PSE, sino también al PP y a UpyD. Con respecto a EH Bildu, ha recordado que la formación abertzale constató “desde el principio” las diferencias que mantenían con respeto al “modelo social”. Por eso ha añadido que no sólo a él, sino también a la sociedad se le haría “muy largo” tener que esperar dos años y medio para que “cambien las actitudes de los partidos”.

Sin embargo, ha restado importancia política a la posibilidad de que la oposición se una para tumbar las iniciativas del Gobierno en el ámbito parlamentario, puesto que lo importante es que “se dé respuesta a las necesidades” de la sociedad. Tras afirmar que ganar votaciones “no es garantía de nada”, ha puesto como ejemplos los gobiernos de Mariano Rajoy y de Patxi López.

De manera previa, Urkullu ha defendido la postura de su partido, el PNV, en las negociaciones presupuestarias de las diputaciones forales, y, tras insistir en la conveniencia de que haya un pacto presupuestario interinstitucional, ha extraído como primera conclusión el pacto entre el PSE y Bildu en Gipuzkoa y en otras instituciones.

Pero, al margen de las negociaciones políticas, Iñigo Urkullu se ha referido a otros de los asuntos que su gobierno tiene sobre la mesa, y ha avanzado varias ideas.

En primer lugar, ha anunciado que su Ejecutivo presentará el próximo lunes un anteproyecto de ley que permita adelantar la paga extra de verano de 2013 al próximo mes de enero, y que lo hará mediante la tramitación rápida de lectura única, con la confianza que sea aprobado por el Parlamento Vasco.

Además, ha proclamado que su gabinete no llevará a cabo recortes en materia funcionarial, y que los ajustes únicamente se centrarán en el personal de confianza y en el nombramiento de los altos cargos

También se ha mostrado dispuesto a abordar en el seno del Órgano de Coordinación Tributaria, y con los partidos políticos, una negociación en torno a la reforma fiscal, aunque se ha vuelto a mostrar respetuoso con el ámbito competencial de su aprobación, que son las Juntas Generales de cada territorio, y con el único objetivo de que sirva para una “reactivación económica” que permita la “generación de empleo”. Urkullu ha aprovechado para criticar la “pretendida” desarmonización pactada en Gipuzkoa entre socialistas y abertzales, y ha insistido en que cualquier reforma de las normativas fiscales debe estar basada en la “certidumbre” y permita reactivar la economía.

Iñigo Urkullu ha rechazado realizar cábalas sobre la recuperación económica, ha eludido hablar de fechas pese a afirmar que los dos próximos años “serán complicados”, pero se ha mostrado confiado en “salir de ésta” a lo largo de la legislatura.

El lehendakari también ha desgranado el perfil de los integrantes de su gabinete, y ha destacado de ellos su capacidad de pacto tanto con otros partidos como con el Gobierno de España, así como su experiencia en los diversos ámbitos institucionales y de gestión.

También se ha mostrado partidario de “hablar con ETA” incluso antes de su disolución, aunque, eso si, de manera discreta. Será al final de dichas conversaciones, en el momento en que se llegue a ámbitos políticos, cuando las mismas deberían tener una “habilitación parlamentaria”. Lo mismo ha dicho de hipotéticas conversaciones con el abogado Brian Currin o con el Grupo Internacional de Contacto: discreción.

Por último, ha afirmado que el relevo de la Dirección General de EITB debe estar “sometida al Parlamento” y que, en cualquier caso, deberá reunirse con Alberto Surio para conocer cuál es su “voluntad y disposición”, porque, según ha añadido, le afecta más la “apuesta por EiTB” que la “responsabilidad de la dirección”.