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Desplome de la natalidad

'No hay parejas que cambiarían su plan de vida porque les den ayudas'

Responsables de unidades de reproducción y sociólogas consultadas por Radio Euskadi achacan el descenso de la natalidad a los nuevos proyectos de vida, y no tanto a las condiciones económicas.

  • Irene del Valle Doctora Socióloga

    Irene del Valle Doctora Socióloga

    18:06 min
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La natalidad ha vuelto a desplomarse en Euskadi. Los datos de 2018 vuelven a encender una alarma roja y aunque habitualmente el descenso de los nacimientos solemos explicarlo solo por causas económicas, quizás haya llegado el momento de comenzar a considerar un fenómeno en alza: cada vez más personas deciden que no quieren tener hijos porque no los quieren, no porque no puedan tenerlos. Entre los jóvenes consultados por Radio Euskadi señalan "demasiada responsabilidad" o "el calentamiento global" como razones que frenan su voluntad de tener descendientes.

El doctor Miguel García Jiménez, ginecólogo, responsable de la unidad de reproducción asistida de la clínica Zuatzu e Irene del Valle, doctora en sociología, investigan sobre todo las relaciones y nuevas estructuras sociales en la familia, y aportan algunas de las claves. "No subiría la natalidad con más ayudas económicas", considera García, "ha cambiado nuestro paradigma de vida". Explica que en la consulta les transmiten sus inquietudes: "retrasando la maternidad a los 36 años, difícilmente se animarán a tener un segundo". Entre los mensajes recibidos en el WhatsApp de Radio Euskadi los oyentes sí sostienen que con más dinero se animarían a tener más hijos.

Del Valle argumenta que la bajada de la natalidad se debe en gran parte al "cambio cultural de las sociedades europeas que conciben la vida de otra manera, de pensar en el bienestar común al bienestar personal". Apunta la doctora en sociología a "los hijos de la individualización" para quienes "su proyecto vital empieza a consolidarse a partir de los 35 años". "Hay cada vez más mujeres que se atreven a decir que se arrepienten de haber tenido hijos". Considera insuficientes las políticas de natalidad basadas en la ayuda económica: "parejas desfavorecidas con muchos hijos y con buenas condiciones económicas que no las tienen". Argumenta que quienes valoran el ser madre o tienen arraigo religioso optan más fácilmente a tener hijos a raíz de ayudas económicas mientras que "no tienen efecto en quienes piensan en su trayectoria profesional".