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NIÑOS EXILIADOS A LA URSS

Niños de la guerra vascos en campos de concentración en Finlandia

EITB MEDIA

En la sección 'El armario del tiempo' Álvaro Arbina nos habla sobre los niños y niñas que fueron exiliados por las guerras, que en ocasiones llegaron a acabar en campos de concentración.

  • Grupo de niños vascos en Leningrado

    Grupo de niños vascos en Leningrado

    9:54 min
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En plena Segunda Guerra Mundial, el embajador español en Finlandia se encontró con un problema inesperado: la presencia de hasta 21 niños de la guerra vascos y asturianos entre los miles de prisioneros rusos que el ejército finés había capturado en los primeros compases de la Segunda Guerra Mundial en el frente del Este.

Pero, según nos ha contado Arbina en "Boulevard Magazine" de Radio Euskadi, toda esta historia comenzó en 1937, durante la Guerra Civil Española. En los puertos de Santurtzi y Gijón, desde los que partieron hacia la URSS expediciones de miles niños. Cuatro años después de su llegada, quedaban en Leningrado, la actual San Petersburgo, más de un centenar de muchachos y muchachas alojados en casas de acogida para jóvenes españoles. Algunos jóvenes de entre 14 y 18 años habían sido seleccionados por sus aptitudes para recibir una formación técnica o profesional. Entonces, Hitler se saltó su pacto de no agresión con los rusos y lanzó a sus divisiones el 22 de junio de 1941. Hablamos de la famosa Operación Barbarroja, en la que el Ejército Rojo de Stalin sufrió unas pérdidas incalculables en hombres y material.

Pero, ¿cómo acabaron en Finlandia? Arbina ha explicado que, Finlandia aprovechó la Operación Barbarroja para resolver a su favor la cuestión fronteriza, ayudando a los nazis y lanzando sus fuerzas a una ofensiva que pilló a los soviéticos entre dos fuegos. Así que, con apenas unos días de instrucción, estos jóvenes vascos partieron hacia Finlandia y a primeros de agosto de 1941 ya combatían duramente con los fineses en la zona de Syandeba, donde muchos dejarían la vida. Durante cinco semanas de lucha en una tierra de bosques y pantanos, la 3ª División de Milicias del Pueblo, mal armada y equipada y peor formada, mermada por las numerosas bajas, consiguió evitar ser destruida en varias ocasiones.