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Entrevistas

LITERATURA – NOVELA NEGRA

Eva García Sáenz de Urturi: "Los libros han sido parte de mi anclaje desde niña"

EITB Media

‘El libro negro de las horas', la nueva novela de Sáenz de Urturi, devuelve a la acción al inspector Unai López de Ayala, Kraken. Un thriller que se convierte también en un homenaje a la literatura y al libro como objeto: “Puse mucho de mi alma de bibliófila ahí”, asevera la autora gasteiztarra.

  • Eva García Sáenz de Urturi responde a las preguntas de Félix Linares y Estibaliz Ruiz de Azua

    Eva García Sáenz de Urturi responde a las preguntas de Félix Linares y Estibaliz Ruiz de Azua

    23:27 min
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Era un regreso esperado. La escritora gasteiztarra Eva García Sáenz de Urturi es consciente de que "había muchísimo krakeniano y krakeniana esperando volver a leer algo de ese pequeño universo que he montado entre Vitoria y Villaverde". El inspector Unai López de Ayala fue el personaje que dio inicio a la Trilogía de la Ciudad Blanca en 2016.

SINOPSIS | Vitoria, 2022. El exinspector Unai López de Ayala —alias Kraken— recibe una llamada anónima que cambiará lo que cree saber de su pasado familiar: tiene una semana para encontrar el legendario "Libro Negro de las Horas", una joya bibliográfica exclusiva, si no, su madre, quien descansa en el cementerio desde hace décadas, morirá. ¿Cómo es esto posible? Una carrera contra reloj entre Vitoria y el Madrid de los bibliófilos para trazar el perfil criminal más importante de su vida, uno capaz de modificar el pasado, para siempre.

'El libro negro de las horas' (Ed. Planeta) es la octava novela de Sáenz de Urturi y toda una oda a los libros: "Puse mucho de mi alma de bibliófila ahí. Cuando empiezo a escribir una novela es fundamental que me conmocione y emocione esa temática y los libros han sido parte de mi anclaje desde niña; cuando no me gustaba la vida, me iba a la ficción. Era el homenaje que les debía".

El origen de los 'Libros Negros'

Siete son los 'Libros Negros' de los que habla la historia, aunque Sáenz de Urturi solo ha localizado tres de los manuscritos. Sus textos están escritos con tinta dorada o plateada sobre un fondo negro. Las hojas de pergamino fueron teñidas usando un tinte de agallas, unas bolitas que produce el roble para frenar el ataque de los parásitos. La cuestión es que la tinta también contenía vitriolo para fijar el texto, una sustancia corrosiva que ha provocado que el pergamino se autodestruya.