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MASCULINIDADES NO HEGEMÓNICAS
Franches Belenguer, educador sexual: "Las redes y la pornografía crean un imaginario sexual que no es real"
EITB Media
Partiendo del hecho de que no hay una única forma de entender los afectos y la sexualidad, junto a Franches Belenguer, educador sexual, emocional y de género, y el antropólogo Ritxar Bacete profundizamos en cuáles son las claves para una educación sexual saludable.
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"La educación sexual no puede limitarse a enseñar a poner un preservativo"
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Franches Belenguer, educador sexual, emocional y de género, subraya que el principal problema es que, ante la falta de educación sexual, "la chavalería busca otras fuentes". Hoy en día construyen su imaginario sexual a través de las redes sociales y la pornografía. En este sentido, el también cofundador del Grupo de Hombres de Granada subraya que "en la pornografía se magnifica el tema de las violencias e, incluso, las conformidades se naturalizan". Estamos, lamenta, ante "una educación muy genitalista y penetrativa, alejada de otros conceptos más integrales".
No hay que olvidar que las mujeres y los hombres socializan de manera diferente. En el caso de las relaciones sexuales, "los chicos y hombres, en general, buscan más la cantidad que la calidad; es como una especie de identidad propia masculina lo de ser depredadores y poder decir y hacer, a modo de descarga fisiológica, no tanto emocional".
Las chicas, por su parte, "son las que tienen que soportar ese tipo de relaciones que no son reales". Berenguer apela a su experiencia como educador sexual para asegurar que ellas "aguantan y naturalizan las violencias", esto es, asumen ese modelo "porque creen que es lo que tienen que hacer". Además, "como lo venden como placentero, lo repiten aunque no les apetece o no les gusta".
Franches Belenguer reconoce que el sexo continúa siendo un tema tabú en muchas familias y que no son pocas las reticencias en los centros escolares. Defiende, sin embargo, que "en la escuela, lugar socializador por excelencia, se tienen que abrir ventanas y explicar cuestiones que, casi seguramente en sus casas no llegan; y no porque no quieran, sino porque no saben o porque les cuesta integrarlo". Asimismo, más allá de actuaciones centradas en la prevención, Belenguer apuesta por trabajar temas como "los deseos, el placer o la seducción". "La educación sexual no puede limitarse a enseñar a poner un preservativo", concluye.