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MUSICA
El acordeonista Gorka Hermosa y el guitarrista José Luis Montón regresan con 'Flamenco Etxea 2'
Huyendo de las etiquetas y reivindicando el lenguaje universal de la música, acordeonista y guitarrista incorporan en el disco a artistas como Jon Maia, Garikoitz Mendizabal, Oreka Tx, Toti Martínez de Lezea, Sandra Carrasco, Juan Carlos Aracil, Mu Mbana o Piruchi Apo, entre otros.
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Portada de Flamenco Etxea 2
24:27 min
Les unió una bailaora en el Festival de Flamenco de Jerez. Eso fue hace 15 años. De ese encuentro de dos mundos, aparentemente dispares, brotó después Flamenco Etxea. Con este disco demostraron que el lenguaje de la música es universal y que la música aprendida en el conservatorio y la que no viene en partituras, sino de la intuición, casan bien. Dos lenguajes, dos estilos, pero que convergen "en un punto intermedio". Lo dice el acordeonista, compositor, investigador y profesor Gorka Hermosa, y lo corrobora José Luis Montón, "uno de los 5 o 10 mejores guitarristas de la historia del flamenco", en palabras de Hermosa.
11 años después de aquel primer disco conjunto, llega Flamenco Etxea 2. Nuevo trabajo "muy especial, muy sutil", en el que "se nota el paso de estos 15 años" de amistad ininterrumpida y de ideas apuntadas. Ideas, que por fin verán la luz el próximo 20 de junio en la presentación oficial en Bilbao. Pero antes, un preestreno muy especial, que les llevará a la localidad cántabra de Miengo, lugar de residencia actual de Hermosa, y en el que ha tejido una red vecinal muy particular. Ante ellos Montón y Hermosa estrenarán un trabajo repleto de colaboraciones: El bertsolari Jon Maia, la escritora Toti Martínez de Lezea, la Trikitixa de Zumarraga, el txistulari Garikoitz Mendizabal y la txalaparta de Oreka TX por la parte de la música vasca, y la cantaora Sandra Carrasco, el flautista Juan Carlos Aracil o la cantante Roko, por la rama flamenca. Junto a todos ellos, el exotismo africano de Mu Mbana y Piruchi Apo.
Flamenco Etxea 2 huye de las etiquetas. "Siempre tratamos de etiquetar las cosas para saber dónde ponerlas en el armario", reflexiona Montón. "Y digamos que nuestro trabajo se puede poner en cualquier parte de la biblioteca", concluye.
