Entrevistas
LITERATURA CONTEMPORÁNEA
Aixa de la Cruz: "Todas las familias arrastramos fantasmas, el miedo a heredar los pecados de los padres"
La autora de 'Cambiar de idea', Premio Librotea y Premio Euskadi 2020, regresa con ‘Las herederas’, cuatro miradas diferentes a "un duelo por suicidio". "En esta época en la que estamos obligadas a pensar alternativas, la ficción es el campo de experimentación perfecto", asevera Aixa de la Cruz.
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Aixa de la Cruz | Distrito Euskadi
18:02 min
«Parece que un suicidio en la familia constata lo que siempre se sospecha, que la locura corre en los genes, que estamos bíblicamente perdidas». Hace seis meses que la abuela Carmen se abrió las venas en la bañera, y nadie ha sabido aún por qué. Ahora, sus cuatro nietas vuelven a la casa del pueblo en la que murió y que han heredado. Cuatro mujeres jóvenes y un legado común por descifrar: ¿una casa o una maldición que corre en los genes?
La salud mental es uno de los conceptos sobre los que Aixa de la Cruz (Bilbao, 1988) vertebra su última novela: Las herederas. El "sufrimiento psíquico es algo que, en mayor o menor medida, hemos experimentado todos colectivamente durante el confinamiento" al que nos abocó la pandemia. "Padecimos, como hermanados, una serie de cuadros de ansiedad, de miedos y tristezas que me ayudaron a entender que había habido momentos en mi vida en los que sentí que mi padecimiento psíquico era una cosa privada y, sin embargo, siempre había tenido unas causas externas", relata De la Cruz. La escritora bilbaína decidió entonces analizar cómo llegar a "la raíz de estos males".
"Soy una persona muy metódica cuando me pongo a escribir", asevera, pero "en este caso ha sido distinto porque era mi propia experiencia la que me obligaba a aprender sobre la marcha". El cambio de paisaje, mudarse tras el confinamiento a una pequeña aldea del norte de Burgos, marcó un antes y un después. De pronto, Aixa de la Cruz se vio "inmersa en la maleza" y se dedicó a aprender a nombrar el paisaje que le rodeaba y a buscar los usos medicinales de las plantas que encontraba.
"Me fascinó constatar que allí donde el hombre no siembra, la tierra de forma espontánea nos devuelve con cada estación una serie de remedios que conforman una botica propia". Por encima de todo, le sorprendió encontrarse "una presencia importante de alucinógenos: las plantas que nuestras ancestras -metafóricamente- utilizaban en los akelarres para volar y salir del sistema, siguen estando ahí". ¿Existe una "historia de la drogadicción propia de las mujeres"?
La familia, ese "destino en el que caes de bruces", es otro de los conceptos clave en Las herederas. Literariamente es muy interesante, vitalmente es más conflictivo: "Es al mismo tiempo un refugio y el lugar donde nos infligieron la primera herida, que puede ser una heridita o un trauma mayúsculo". Sus protagonistas regresan a un hogar que les arrastra "a repetir los roles que se les asignaron en la infancia".