Entrevistas
ARTE
"Hacer una restrospectiva es un viaje curioso para uno mismo; es casi como un proceso de psicoanálisis"
El artista gráfico catalán Javier Jaén inaugura en Bilbao 'Primer asalto', su primera retrospectiva, con una selección de 250 de sus obras, entre ellas portadas de revistas y periódicos como The Times o El País, esculturas, carteles de cine, maquetas y creaciones audiovisuales.
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El artista gráfico Javier Jaén
18:54 min
Producido por El Festival Internacional de Literatura y Arte con Humor Ja! de 2022, Javier Jaén llega a Bilbao "nervioso". Entre dentro de lo entendible. Es la primera retrospectiva de su obra, y solo tiene 39 años. Llega a la sala Bizkaia Aretoa con 250 de sus obras. Hay portadas de revistas, de periódicos, maquetas, esculturas, carteles, campañas audiovisuales...un universo creativo que nos habla de un artista gráfico solicitado por The Times o The Washington Post, pero también por Pedro Almodóvar. En el recuerdo la polémica por el cartel promocional de la película Madres paralelas, censurado inicialmente por Facebook o Instagram, pero que, gracias a la movilización mundial, acabó viendo la luz y con la que es la primera disculpa pública de ambas redes sociales.
Este artista catalán afincado en Barcelona afronta su primera retrospectiva con la sensación de ser "una parada en la vida", un "a ver qué ha pasado" hasta llegar aquí. De ahí que se titule Primer asalto. Es una revisión y selección de lo que le sigue dejando satisfecho y un "desenamorarse de cosas que uno creía que estaban muy bien" pero ya no lo están tanto. Por eso, compara esta exposición con "un proceso de psicoanálisis". Ha sido "un viaje curioso para uno mismo", reconoce.
Asegura no tener ni idea de cómo funciona el mecanismo del proceso creativo. "Supongo que uno lo siente en el estómago", reflexiona. Pero lo que sí sabe es cómo testea sus ideas. Su "termómetro" particular está en la familia y los amigos, a los que admite, "utiliza de forma muy pesada". También tiene claro qué busca con su trabajo, que él define como "traductor entre lenguajes"y para desde ahí, hacerse entender desde el juego conceptual. "Encontrar el equilibrio entre lo demasiado abstracto y lo demasiado concreto es un reto, pero buscando siempre cosas comprensibles, estimulantes, que hagan cosquillas en el cerebro, oído, estómago o corazón, pero sobre todo que no sean ruido", explica.