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LITERATURA

Fernando Aramburu: "No es raro que yo me ría cuando escribo, pero con esta novela no me reía"

El escritor donostiarra presenta 'Hijos de la fábula', un drama cómico que juega con "el desajuste entre la realidad y la ideología" de dos miembros de ETA tras el fin de la banda armada y con la que hace del humor "un instrumento muy valioso para deslegitimar cualquier tipo de totalitarismo".

  • El escritor Fernando Aramburu. Fuente: Distristo Euskadi

    El escritor Fernando Aramburu. Fuente: Distristo Euskadi

    21:07 min
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Hijos de la fábula forma parte de ese universo que Fernando Aramburu denomina "de gentes vascas", gestado en sus primeras décadas de vida en su Donostia natal y conformado "con los paisanos con los que crecí". Un nuevo relato con la realidad de ETA de fondo, pero enfocado desde el absurdo que supone, "al modo de Kafka", dice, el "desajuste entre la realidad, el proyecto y la ideología" de dos miembros de la banda armada al anunciarse el fin de la organización. Peripecias, penalidades y parodias con el que Aramburu evidencia cómo el humor puede ser "un instrumento muy valioso para deslegitimar cualquier tipo de totalitarismo, violencia o tiranía". Pero respetando, apunta, la máxima constante de que no aparezcan las víctimas. "Uno no puede hacer mofa de alguien que ya sufrió", señala.

Y a pesar de buscar el humor, Aramburu reconoce que no se rió durante la escritura de esta novela. Algo que es anómalo en él. "No es raro que yo me ría cuando escribo", asegura. Testigo de ello es Mendizabal, el cactus que presencia desde hace años el proceso de escritura, y que con su forma de cabeza coronada de pinchos, actúa como "símbolo o representación del posible lector". Durante la creación de esta novela, sin embargo, no hubo risas, reconoce, porque le evocaba "sucesos tristes", en alusión al dolor sentido por los atentados de ETA.

Jugando con el lenguaje y las "sensaciones táctiles" de la descripción, Aramburu explica el porqué de que en Hijos de la fábula no aparezcan frases de más de dos verbos. Una elección a medio camino entre la idoneidad narrativa de los personajes y la autoexigencia: "Me impongo una dificultad con cada libro porque si siento ligereza al escribir tengo la sensación de que algo no va muy bien".