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Entrevistas

ARTE

Cristina Iglesias: "Hondalea va aparecer en los textos de 4º de la ESO como ejemplo de arquitectura"

La escultora donostiarra publica 'Cristina Iglesias-Hondalea', el libro con textos y fotos de James Lingwood y expertos del mundo marino en el que se explica el origen, ejecución y sentido del proyecto que ha convertido a la Casa del Faro de la isla de Santa Clara en un espacio de arte y reflexión.

  • 'Hondalea', obra de Cristina Iglesias.

    'Hondalea', obra de Cristina Iglesias.

    21:47 min
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Cristina Iglesias-Hondalea (editorial Hatje Cantz) es el libro con la que la escultora donostiarra presenta al mundo Hondalea. La obra viva que habita en la Casa del Faro de la isla de Santa Clara de Donostia queda así explicada, fotografiada y narrada por James Lingwood. Pero no sólo se disecciona desde el punto de vista artístico o poético, sino bajo el prisma y análisis de expertos vascos del mundo marítimo como el subdirector de la estación marítima de Plentzia, Manuel Soto, el biólogo marino y actual director de Patrimonio Natural y Cambio Climático del Gobierno Vasco, Adolfo Uriarte, el geólogo Asier Hilario, o el biólogo experto en oceanografía Carlos Duarte. Nace, por tanto, este libro, con función didáctica, y por eso se podrá consultar en bibliotecas y en museos. De hecho, según nos cuenta emocionada la propia Iglesias, la propia obra Hondalea tendrá su espacio en los libros de textos de 4º de la ESO. Será, explica, "un ejemplo de arquitectura" vasca del siglo XXI.

Es Hondalea, de hecho, un ejemplo de arquitectura fusionada en la propia naturaleza. Con su evocación al mar rompiente en la costa vasca, busca Iglesias crear "una ficción" de la naturaleza que invite al espectador a ir más allá del horizonte físico; que incluso le lleve, dice, "hacia uno mismo" desde el mismo momento del embarque hacia la isla.  Pero para lograr culminarlo en el propio faro no sólo ha hecho falta un profundo trabajo de estudio y de toma de moldes del propio entorno del Jaizkibel, sino de ingeniería y fundición de primer nivel. Hasta el propio nombre de la obra fue objeto de búsqueda y "de recorrido" por distintos idiomas, recuerda. "Llegar a una palabra que definiera la obra" era el objetivo, asegura, con la premisa clara de que el nombre elegido fuera en euskera. Y en esa búsqueda de la palabra que evocara "la mar, el horizonte, la profundidad y el abismo marino" fue determinante, reconoce, la ayuda del poeta Beñat Sarasola.

Hondalea es un ejemplo más de la naturaleza como constante de la obra de Cristina Iglesias. Y una prueba más de su gusto por las esculturas que salen de lo convencional y que, partiendo de lo subterráneo, lo freático, o lo suspendido provocan nuevas formas y espacios.