Tecnología de Consumo
Ganbara de cerca
Mi jefe es una robot
Xataka
Eva Rodríguez de Luis nos cuenta la sección de Tecnología de consumo de Ganbara que hay una empresa cuyo CEO es una robot, que se llama Tang Yu y que dirige una empresa de videojuegos en China.
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El robot Tang Yu
10:26 min
Hace unos meses os contaba que el jefe de una empresa había despedido a gran parte de su plantilla en una video llamada pero la tecnología sigue imparable su curso implantándose en los recursos humanos y la gestión y de qué manera. Tanto es así que ya hay una empresa cuyo CEO es un robot. O mejor dicho, una robot: se llama Tang Yu y dirige una empresa de videojuegos en China.
¿Os lo esperabais? Pues el fundador de la tienda online Alibaba ya lo vaticinó hace poco, asegurando que en menos de 30 años en la portada de la revista Times aparecería un robot como mejor CEO.
El nombramiento se produjo el 26 de agosto en el seno de la empresa Fujian NetDragon Websoft. En este caso, Tang Yu actuará como un sistema de gestión de riesgos realmente eficaz para tomar decisiones y analizar en tiempo real los diferentes escenarios que suceden en el entorno empresarial.
Es probable que alguna vez os haya tocado vivir casos de favoritismos y enchufes, pero no será así en Fujian NetDragon Websoft, donde aseguran que su nueva CEO garantizará la justicia con los empleados para que puedan desarrollar sus propios talentos y habilidades.
Y si los trabajadores evolucionamos, esta jefa también lo hará, ya que la empresa planea ir mejorando a su CEO con diferentes algoritmos en una empresa que aspira a estar integrada en un metaverso.
En un futuro se espera que sean muchas las empresas que apuesten por este tipo de modelos en su junta directiva, ya que al final se está dando un paso adelante en lo que respecta a transparencia y gestión abierta.
Suenan rumores de una nueva PlayStation 5 más compacta y barata
Hace más de un año desde su lanzamiento y todavía hay muchas personas que todavía no han tenido oportunidad de hacerse con la PlayStation 5, la última y más potente consola de Sony. Y en ese escenario de problemas de stock, precios elevados y especulación, aparece un rumor en el horizonte: el lanzamiento de una versión Slim, como ya sucediera con la PS4, más compacta y barata para septiembre de 2023.
Vamos por partes. La PS5 actual es enorme, superior a su rival de Microsoft la Xbox Series X y las generaciones anteriores y el motivo no es otro que la disipación de calor: hace falta espacio para introducir componentes así de potentes y garantizar una buena experiencia sin sobrecalentamientos, pero la firma nipona lleva tiempo trabajando en pulir el diseño.
Esta hipotética PS5 Slim tendría un nuevo chasis, hardware casi idéntico y su principal novedad sería que el lector de discos Blu-Ray no estaría integrado, es decir, que sería de quita y pon, externo y opcional pero integrable. Así, quien lo desee podría disfrutar de los juegos en formato exclusivamente digital o alternar físico y digital.
Lo curioso es que ya existe una versión digital ligeramente más asequible y la versión estándar con Blu-ray pero no este accesorio para dotarle de lector. La meta final sería reducir costes de fabricación subiendo el margen de beneficio porque la realidad es que Sony pierde dinero con cada PS5 vendida al precio al que están los componentes y de hecho este año ya ha subido los precios de su consola para tratar de minimizarlo.
Suben los precios de la App Store de forma inminente
Si hace apenas un par de semanas se confirmaba la subida generalizada de precios de los nuevos productos de Apple, con los iPhone 14 llegando a superar los 2.000 euros, malas noticias para los fans de la manzana mordida: si tienes un iPhone, iPad o Mac, en octubre pagarás más por los juegos y aplicaciones que compres, ya que Apple ha anunciado subida de precios para la App Store en diversos países de Asia, América y aquellos donde la moneda es el Euro a partir del 5 de octubre.
En ese anuncio no se dan razones de esos "cambios" en los precios, y lo único que la empresa indica es que los desarrolladores podrán cambiar el precio de sus aplicaciones y compras dentro de las aplicaciones (incluyendo suscripciones auto-renovables) gracias a la herramienta App Store Connect. "Si ofreces suscripciones, puedes elegir mantener los precios para los suscriptores existentes".
¿Qué tiene la culpa? El dólar: el euro ya vale más o menos lo mismo que el dólar, lo que se traduce en que tanto Apple como otros fabricantes americanos hayan subido sus precios sin que estos hayan cambiado o lo hayan hecho solo ligeramente.
Cuánto suben las cosas. En la zona euro las compras in-app a 0,99 euros costarán ahora 1,19, y una aplicación o juego que cueste 9,99 euros costará a partir de octubre 11,99 euros.
Las ciudades del futuro podrían estar hechas de un material sostenible y viejo conocido: la madera
Impresión 3D, plástico reciclado, hormigón hecho con residuos, fachadas de algas… las ciudades del futuro tiene pinta de que estarán hechas de materiales muy diferentes a los que estamos acostumbrados y la culpa la tiene tanto que los recursos tienen una vida limitada como la búsqueda de la sostenibilidad. Pero en este escenario se erige un material tradicional que lleva toda la vida con nosotros: la madera.
La clave son las emisiones de CO2. La revista Nature acaba de publicar un estudio que señala la gran cantidad de CO2 que podríamos ahorrarnos si en vez de usar hormigón y acero nos pasásemos a la madera. Sus cálculos dejan poco lugar a la duda y son esperanzadores para esta coyuntura donde el cambio climático asoma con fuerza: si el 90% de la nueva población urbana se alojara en edificios de mediana altura construidos con tablones nos ahorraríamos la emisión de unas 106.000 millones de toneladas de carbono para 2100. Es más, si cambiásemos de materiales, dejando atrás el acero y hormigón, allanaríamos el camino hacia el objetivo para controlar del calentamiento global este siglo.
Para este cálculo hay que tener en cuenta que cerca del 55% de la población mundial reside ya en núcleos urbanos, lo que equivale a alrededor de 4.200 millones de personas y se cree que esta tendencia continuará. Así, en 2050 la población urbana se duplicará y casi siete de cada diez personas vivirán en ciudades. Esto significa que se construirán más viviendas con acero y hormigón, la mayoría con una importante huella de carbono
La alternativa son los bloques de madera. ¿Pero cuánta? "Las plantaciones forestales tendrían que expandirse hasta 149 millones de hectáreas para 2100 y las cosechas de los bosques naturales no protegidos aumentarían", dice el equipo investigador, que asegura además que tal expansión podría lograse sin repercutir en la producción agrícola.
Esto presenta otros retos, como por ejemplo el respeto por los bosques vírgenes y áreas de conservación de la biodiversidad.
Aunque volver a la madera podría presentar estas ventajas ambientales, también tiene sus riesgos: la madera tiene beneficios claros, como su capacidad para almacenar y reducir la huella de CO2, pero presenta un gran hándicap: es inflamable. El sector es consciente y ya busca soluciones como el CLT, un tipo de tablón que soporta más de tres horas sometidas a temperaturas de unos 980ºC.
Las operaciones para crecer se ponen de moda
La pandemia ha traído consigo un cambio de hábitos en nuestra forma de viajar, relacionarnos, trabajar e incluso estéticos. Puede que en la vuelta a la oficina hayas notado que ese compañero de trabajo tiene más pelo que antes, pero también que no lo recordabas tan alto. Esto lo explica el cirujano Kevin Debiparshad, que asegura que uno de los perfiles más habituales en su consulta es precisamente el ingeniero procedente de las 'big tech' para sumarse unos centímetros (de altura).
La operación es sobre el papel sencilla pero impactante: requiere romper los dos fémures del interesado. Durante la operación se inserta una estructura metálica que se clava al hueso. Tras esta operación los clavos van alejándose progresivamente, a razón de un milímetro al día gracias a un sistema de control magnético. Esta fase dura tres meses, periodo que necesita el hueso para ir regenerándose para ocupar el hueco, aunque el proceso puede ser más lento.
Por si el largo periodo de recuperación no fuera suficiente, también hay otro hándicap: las proporciones. El resultado puede ser un tanto extraño, ya que toda la altura se gana en las piernas, por lo que las proporciones del cuerpo cambian.
El proceso es doloroso, no solo afecta a los huesos, sino que también requiere que nervios y músculos se adapten a la nueva longitud. Este dolor puede ser intenso y como advierte el cirujano, puede conllevar cierta pérdida de agilidad.
Y luego está el precio: El proceso puede salir por entre 70.000 y 150.000 dólares, dependiendo de cuántos centímetros quiera sumar el paciente. El rango está entre los 7,6 y los 15,2 centímetros. Para alcanzar estos más de 15 centímetros las operaciones también afectan a las tibias de los pacientes.