Tuvieron que pasar 16 años, un juicio rápido, una juez que calificó los hechos de "regañinas caseras", un año sin protección, y 14 juicios más ,hasta que finalmente llegó la condena: 18 meses de cárcel y 9 de alejamiento para quien fue su marido durante 19 años. Casi dos décadas de maltrato físico y psicológico que acabaron cuando ella (la llamaremos Miren por seguridad), tocó fondo, y se armó de valor. Por ella y por sus hijos. Y hoy, pide a todas aquellas mujeres que pasan lo que ella ha pasado, que alcen la voz y que denuncien porque, denunciar es la vía más efectiva para reiniciar la vida.
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