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Literatura

La poesía combativa de Silvia Delgado en el Poetak Maitzean vitoriano

K.M.| RadioEuskadi

Charlamos con la poeta alavesa Silvia Delgado participante en el festival literario Poetak Maitzean de Vitoria-Gasteiz

  • Kike Martín-Radio Euskadi

    16:27 min
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Desde el lunes de la semana pasada se está celebrando en Vitoria-Gasteiz una nueva edición del festival literario Poetas en Mayo-Poetak Maiatzean. Un festival internacional que va a ofrecer más de 50 actuaciones poéticas por todo el territorio alavés. Se han organizado seminarios, recitales, conciertos, muestras de poesía visual, lecturas populares... Participan poetas locales e invitados, grupos, asociaciones, talleres relacionados con la poesía, cantautores y cantautoras, grupos musicales, actrices, actores, músicos, bailarines... Todo para difundir la poesía por toda la ciudad, por las escuelas, la Universidad, las bibliotecas, los bares, los centros comerciales y los lugares emblemáticos de Vitoria-Gasteiz.

Este próximo viernes en la Casa de Cultura Ignacio Aldecoa, a partir de las ocho de la tarde se va a celebrar un encuentro poético protagonizado por el Club de los Poetas Rojos y por la poeta alavesa Silvia Delgado, cuya poesía está muy marcada por la denuncia social, y que defiende la actitud combativa del poeta ante los males que nos asolan. Sir ir más lejos su blog lleva por título Si Vis Pacem y por subtítulo Opiniones de una poeta en pie de guerra. Su última entrada es del 4 de mayo con un poema titulado La premeditación. Un poema  que dice así.

La mala suerte no interviene

cuando el hambre acuchilla los vientres inflamados,

ni se pone a caducar la garantía de vida

sin tener en cuenta que son  los dueños del uranio y de la guerra

los que visten de luto las banderas.

La mala suerte no hundió a los hombres en las historias olvidadas,

ni permitió que fueran las mujeres  la mitad más golpeada,

ni consiguió, la mala suerte, crucificarnos por los siglos de los siglos

con el miedo al pecado,

con el miedo.

La mala suerte es cosa de unos pocos resignados.

No existe azar en la injusticia, es premeditada.

Calcula quiénes serán sus víctimas,

cuerpo a cuerpo o por millares,

de sed o de patadas,

de pena o de rabia.

Hay pocas muertes casuales,

pocas hambrunas casuales,

ningún genocidio sin culpables.

Ningún desahuciado se muere

si antes  la injusticia  no ha premeditado su cadáver