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La mecánica del caracol

Ciencia

El paisaje marciano de Río Tinto y una carrera de armamento animal

Egoitz Etxebeste presenta en la revista Elhuyar los últimos hallazgos realizados en un paisaje análogo de Marte. Salamandras venenosas y serpientes protagonizan una pugna por la supervivencia.

  • By COMEX [CC BY-SA 4.0 (https://creativecommons.org/licenses/by-sa/4.0)], via Wikimedia Commons

    55:13 min
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La historia de la mina de cobre de Rio Tinto abarca 5000 años. Durante mucho tiempo se pensó que el color rojizo de de las aguas del rio que atraviesa este lugar desértico se debía a la contaminación producida por esta explotación pero recientemente se han mostrado pruebas de que la existencia de microorganismos extromófilos en el subsuelo ha provocado las condiciones especiales de este lugar. Para su descubridor, el microbiólogo Ricardo Amils, se trata de un reactor natural subterráneo que produce una serie de fenómenos que 'alteran la pirita presente en las rocas, lo que produce ácido sulfúrico e ion férrico'. Los estudios que Amils dirige en Rio Tinto desde hace 30 años están permitiendo caracterizar un entorno que se considera análogo al de Marte, y donde, de hecho, se realizan pruebas con astronautas e instrumentos diseñados para viajar al planeta Rojo. Hoy Rio tinto es nuestro punto de partida con Egoitz Etxebeste, de la revista Elhuyar.

Una investigación revela que en los últimos 50 años el aumento de fluctuaciones en la trayectoria de la corriente en chorro del Atlántico Norte coincide con eventos climáticos más extremos en Europa, como sequías y olas de calor. La meteoróloga Onintze Salazar nos explica qué es la famosa corriente en chorro que tanto influye en nuestro clima.

Juan Ignacio Pérez Iglesias nos trae otra de sus historias sobre animales. Una especie de salamandra y un tipo de serpientes que viven en Estados unidos, viven una especie de carrera armamentística. La salamandra es muy venenosa, pero algunas serpientes se han adaptado a su tipo de toxina y pueden alimentarse de ellas. Lo curioso es que allí donde abundan estas serpientes resistentes, las salamandras se vuelven más y más venenosas. Una carrera por la supervivencia.