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mas que palabras

Cocina

Pamplona negra, una comida homenaje

Un homenaje a la cena que se hizo en Enero de 1992 en el I Encuentro de Literatura “Bruma Negra” en Plentzia. Un menú diseñado por el inolvidable Manolo Vázquez Montalbán.

  • 16:07 min
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Análisis del escenario de los hechos.

-¿Qué narices es eso de una ciano?,…¿qué?

-No lo sé, me lo ha pasado el forense. Me ha dicho que está muy sabrosa.

-¿La ha probado? Preguntó Pepe Carvalho con cara de sorpresa.

-Sí, y yo también. Pruébela jefe, respondió Biscuter. Esta increíble de rica.

-¡Estáis locos! ¡Era una prueba del caso!, no que la probaseis, respondió el detective poniendo los ojos en blanco.

Oscuridad sobre el plató.

Los chipirones serán tersos y muy grandes. No podía ser de otra manera. El invierno es su temporada.  Si estuviera en la lista de testigos sus ojos lo habrían visto todo. Si fuera sospechoso y tuviéramos que detenerlo, necesitaríamos unas esposas muy especiales, caviló el inspector de la policía nacional Heródoto Corominas mientras observaba la cocina. La presencia a su lado de un cubo para la fregona le dejó pensativo

Sospechas anaranjadas.

La calabaza indica el día de los muertos. De todos los muertos sin excepción. Los justos y los dudosos. Une a los que murieron por deber y a los que lo hicieron por decreto de algún desalmado. La calabaza aguanta fuera de la tierra mucho tiempo. Podría ser testigo de muchas cosas, imaginó el subcomisario de la ertzaintza Vicente Parra. Millones de cosas que salen de la tierra, por muy ecológicas que sean, pueden matar, recordó.

Presa sin fianza.

Macerada y envasada al vacío. No podrá declarar en estas condiciones.  A pesar de haberle leído sus derechos. Estarápresa toda su vida. Y la guarnición la ha quemado. Y sobre lo chamuscado siempre germina la vida, pensó el policía Germinal Ibarra

¡Vaya pastel que me dejas!,

dijo la inspectora Amaia Salazar al ver el cadáver.

Disparo final.

-Sí oficial, confesó señalando una esquina de la mesa. — Fue con esa misma tableta.

El policía miró de reojo el arma del crimen.

-No me dejó otra opción, añadió en su defensa.

El chocolate es sensual. Provoca pasiones y locura. Por ambas se mata.