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mas que palabras

Real Unión 2 Arenas 1

1927: La primera final radiada

Real Unión de Irún y Arenas de Getxo protagonizaron la final de Copa de 1927, disputada en el campo de Torreros, en Zaragoza. Fue la primera vez que un partido de futbol de retransmitía por radio.

  • Espetadores en la final de 1927

    Imagen de la final de 1927, en Zaragoza

    8:02 min
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1927. Se pone en marcha la BBC británica, Concha Piquer debuta en Barcelona. Antonio Machado es elegido académico de la lengua. Se funda la aerolínea Iberia. En Estados Unidos se estrena la primera película sonora: “The Jazz Singer” y León Trotsky es expulsado del Partido Comunista de Unión Soviética por Stalin. Aquí vivimos bajo la dictadura de Primo de Rivera. El 15 de mayo de ese año el Real Unión de Irún consiguió su último título de copa frente al Arenas Club de Guecho en una final de neto sabor vasco, se jugó en el zaragozano campo de Torrero que presentó un lleno absoluto desde las cinco de la tarde. Este encuentro pasó a la historia porque fue el primero en ser retransmitido por radio, en concreto por Unión Radio de Madrid. La nota curiosa estuvo en la advertencia llevada a cabo a través de la prensa “para los propietarios de teatros, cines, cafés, bares y restaurantes” de que estaba “prohibido colocar altavoces en sitios públicos sin el permiso de la emisora, Unión Radio”. Pocos fueron los locales que lo solicitaron. Los irundarras, que tenían en su equipo a dos grandes figuras de la época como Gamborenea –el director de juego- y a René Petit como referente ofensivo, se deshicieron en la liguilla previa del Zaragoza y del Athletic.                                                                                                                                             

En cuartos de final se impusieron al Sporting de Gijón y en la semifinal eliminaron al Real Madrid tras vencer por 2-0 en el campo de Torrero (Zaragoza) el 8 de mayo. Los autores de los goles fueron Gamborenea y Echeveste. Por su lado, el Arenas había eliminado, para alcanzar la final, a la Real, al Celta y al Barcelona en semifinal a partido único. Esta victoria fue especialmente sentida porque los de Guecho se vengaron de lo ocurrido en 1925 cuando los catalanes se llevaron la Copa tras ganar en la final por 2-0 a los del Arenas. La finalísima, a la que asistió el Infante Don Jaime,  terminó con empate a cero en sus 90 minutos reglamentarios por lo que debió jugarse una prórroga de 30. A falta de 3 para el final, Echeveste, tras recibir un pase de Villaverde, anotó un tanto que valía una copa.                                                                     

Echeveste, que ya fue el autor del gol de la victoria ante el Madrid en la final de 1924, se transformó otra vez el héroe de un equipo donde sobresalían los hermanos Regueiro (Luis y Pedro) y así como Antonio Emery, Ignacio Berges y, sobre todo, Francisco Gamborena y René Petit. El francés logró su tercera copa tras las conquistadas con el Madrid en 1917 y anteriormente con el Real Unión en 1924. El diario La Vanguardia contó así cómo transcurrió el encuentro: “Por el Arenas, el mejor ha sido Jáuregui, que ha salvado a su equipo de una copiosa derrota, y luego Llantada y Críspulo. La línea media no ha prestado apoyo ninguno a los delanteros. Gurruchaga, estuvo mal. Por el Irún, lo mejor fue su línea de medios y de éstos Gamborena, que ha sido el que más ha brillado sobre el terreno. Del ataque, el ala izquierda la mejor, aunque Rene ha pecado de lentitud. Regueiro bien y los otros dos discretos”.                                                                                                                                                          

Era 1927, en plena dictadura de Primo de Rivera. Una final de Copa que hoy sería más que difícil , El Real Unión de Irún contra el Arenas de Getxo . Una retransmisión muy precaria que apenas ocupó espacio en la prensa de la época pero marcaría un antes y un después en la historia de las telecomunicaciones en España . Ahí es nada. Ironias de la vida. La final de 1927, cuando el fútbol era una afición minoritaria tuvo en las gradas mucha más gente que la de 2021. Y es que digan lo que digan. El futuro siempre se empeña en ser imprevisible.