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mas que palabras

Día Mundial de los Faros

Trabajar para todo el mundo, orgullo del farero Andoni Barrenetxea

Andoni Barrenetxea nos cuenta su vida como farero en un día especial. Tiene 87 años y empezó con 21 en este apasionante, pero duro y desconocido trabajo al que accedió por oposición. Momentos difíciles que nos ha relatado este farero que ahora, jubilado, pasea todas las mañanas hasta Matxitxako.

  • Matxitxako sigue activo y está declarado Patrimonio Cultural de Euskadi.

    Matxitxako sigue activo y está declarado Patrimonio Cultural de Euskadi.

    28:11 min
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En La Dragonera le llevaban  la comida en lancha una vez por semana. En el Cabo Bojador, en Africa, tuvo que dormir con una pistola debajo de la almohada en plena guerra hispano-marroquí en 1957. Cambiaba de faro más que de chubasquero, pero siempre con Matxitxako en el corazón. Es el faro de su vida, donde empezó y donde terminó y además, la mejor atalaya para ser testigo directo de los temporales más bravos del Cantábrico.

Andoni Barrenetxea nos ha explicado el gran cambio que han experimentado los faros y su funcionamiento en pocos años. Su automatización ha servido para mejorar el servicio y poder endulzar una vida que antaño casi siempre se definía como un magnífico tratado de la soledad. Su trabajo le ha llenado de satisfacción al reconocerse como una actividad dirigida a ayudar a cualquier persona con independencia de su procedencia, credo o ideología.