Los pickles o encurtidos son verduras fermentadas de efecto desintoxicante y de alto valor nutritivo. Nerea de Nishime quiere hacer una apuesta fuerte por los encurtidos de toda la vida a favor de la salud de nuestro sistema intestitanl.Comer una cucharadita de pickles antes y después del plato principal en cada comida favorece la digestión, ayuda a evitar gases (siempre y cuando la masticación sea la adecuada) y a preparar el funcionamiento de la vesícula biliar para la digestión de las grasas pues estimulan la secreción de bilis.Los pickles de verduras prensados con sal marina y otros alimentos fermentados, especialmente el miso, shoyu, natto y tempeh nutren el sistema digestivo y el sistema inmunológico aportando buenas cantidades de enzimas, ácido láctico y fermentos al organismo.El encurtido o picklado permite conservar los productos vegetales durante mucho tiempo, y tiene la ventaja de que sus características nutritivas se mantienen. La mayoría de verduras puede encurtirse, y es divertido experimentar con las menos “típicas” como el brócoli o la coliflor. La verdura tiene que estar bien prensada en el bote y por regla general bastaría con taparla con agua salada en una proporción de dos cucharadas de sal por cada litro de agua.