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Opinión

La Columna de José Félix Azurmendi (17.05.2014

JFA

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Elecciones al Parlamento Europeo de 2014

Hablamos de eleciones europeas

El jueves pasado, los cinco candidatos a sustituir a José Manuel Durao Barroso en la presidencia de la Comisión debatieron en Bruselas ante las cámaras de televisión. Por primera vez el presidente será elegido a partir de los votos depositados por los electores y no por los enjuagues de los responsables de los Estados miembro. Los que les vieron dicen que el debate fue ágil e interesante y eso que era a cinco. Los nombres de dos de ellos, Juncker y Schulz, son conocidos ya por muchos, tal vez demasiado. Les acompañaban el liberal belga Guy, de apellido irreproducible, la verde alemana Ska y el rojo griego Alexis.

También en Madrid montaron su debate, a dos, pautado y pactado. Aburrido. Participaron un señor orondo, de cara simpática, y una rubia falsa, con aspecto pícaro. Ganó la chica. Porque el gordo no quiso parecer prepotente y machista, y disimuló sus conocimientos. Así lo explicó éste al día siguiente, dando muestras de que es, además de mal contendiente, un insustancial.

Si el debate hubiera sido a cinco, el grupo se habría completado con una señora pizpireta, un caballero andaluz y otro señor de provincias. Los índices de audiencia, bajísimos, pero los comentarios posteriores en la Red, muy abundantes.

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Jaime Mayor Oreja deja la política y se refugia en la Universidad Europea como profesor asociado. Sus enseñanzas tratarán sobre cuestiones que conoce bien: Sistema penitenciario español, Relaciones transatlánticas, Crisis (moral) en España y Europa, Comunicación en la vida pública. Sus clases se repartirán entre los tres campus que posee la Universidad Europea: Madrid, Valencia y Canarias: ha prometido ser puntual.

Antes de jubilarse, Ramón Jáuregui hará sus últimas armas entre Bruselas y Estrasburgo. El otro día le metió en un lío a su partido cuando habló de modificar la Constitución para dar encaje cómodo a Catalunya en España. Advertido de su desliz, no tardó en corregirse. Eso le pasa tal vez por haber frecuentado a Mario Onaindia y sus teorías sobre el Senado como Cámara de las Autonomías y solución definitiva de los separatismos.

Nos llegaron el otro día a los del portal las papeletas de Unión Progreso y Democracia que, la verdad, como denominación no es muy feliz. Parece hecha con prisas y provisionalidad, lo que no se corresponde con el prometedor futuro que se le augura. Me llamó la atención, en la larga lista de candidatos y comparsas, la gran cantidad de apellidos vascos que incluye. No se ponen de acuerdo los analistas si sus votos van a ser extraídos de la bolsa del PP o del PSOE, no se atreven a adelantar los dirigentes de UPyD a quien se los cederán cuando sea conveniente. Abiertos a todas las posibilidades, no saben tampoco en qué grupo europeo aterrizarán.

El PNV, que tanto pintó en el Partido Popular Europeo cuando el PP de Aznar no pasaba de aspirante, quedó fuera de la Internacional Demócrata Cristiana y quedó fuera del conservador Partido Popular Europeo. Andan ahora en la compañía de ALDE que, aunque suena a sigla vasca, debe leerse como Alliance of Liberals and Democrats for Europe Party y tiene como líder al belga de apellido impronunciable, Guy Verhofstadt, o algo así.

EH Bildu tiene por eslogan Los pueblos deciden, y la ensalada de iniciales “eu · es · an · ast · cat · gl”. Supongo que en Bruselas se juntarán con rojos y verdes, o rojiverdes.

De momento, nada hace suponer que se vaya a montar una internacional europea en la que se sientan cómodos los representantes de todos los pueblos europeos sin Estado que lo deseen.

Propuesta de Felipe González de una Gran Coalición

Con compañeros como Felipe, Alfredo no necesita enemigos para pasar malos tragos. González aceptó a la Sexta pregunta de la engañadora Ana Pastor que  lo que procedía era una Gran Coalición a la alemana entre los dos grandes partidos españoles. Es lo que se hace en tiempos de crisis extrema, dijo, pensando naturalmente en la amenaza secesionista de Catalunya. Por cierto, en el debate a cinco de Bruselas estuvo presente esta cuestión, pero en el de Madrid se evitó, como corresponde a representantes de los dos grandes partidos, miembros in pectore de la Gran Coalición.

A Felipe González le importa un rábano que su propuesta sea inoportuna. Dice uno de esos enterados que la propuso después de un encuentro reservado en La Zarzuela, en el que le planteó al Rey su convicción de que un Gobierno de coalición reforzaría el Estado y aplacaría las derivas soberanistas de CiU y ERC, y de PNV y Bildu. Además de que serviría para reforzar la monarquía y su herencia.

Ah!, por cierto, un eurodiputado gana tres veces más que un diputado en Cortes de Madrid. Cobrará 8.020 euros al mes, más 4.300 euros de dietas y gastos de trabajo. Además, recibirá una retribución diaria de 304 euros si debe trasladarse por motivos de trabajo fuera de Estrasburgo o Bruselas, más 152 euros adicionales si sus viajes son fuera de la Unión Europea. ¡Ustedes les voten bien!