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Opinión
La Columna de José Félix Azurmendi (31.05.2014)
JFA
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Análisis de los resultados de las Elecciones Europeas 2014
De elecciones, política, sustos y gustos
Hoy con-jugaremos con los partidos políticos. Empezando por un verbo y un tiempo muy propio de la primavera. El verbo podar y su primera persona del plural de presente de subjuntivo: podemos. Ya habrán observado en el tono con que lo digo que tiene este tiempo un toque clarísimamente imperativo. Podemos la sociedad de ramas viejas para que broten con fuerza las nuevas y sus frutos, se puede y debe entender.
Ya sé que los que se reunieron en derredor de Podemos estaban pensando en que sus sueños eran realizables, en que entre todos “podemos”, pero para eso tendrían, tendrán que podar. Les quedó así una denominación-eslogan estupenda. Como estupendos, sorprendentes y aleccionadores han sido los votos conseguidos por esta formación tras una campaña de apenas cuatro meses y una mínima inversión publicitaria.
El futuro de Podemos
He de decir que la irrupción electoral de Podemos es a mi juicio lo más destacable, dentro del Estado español, en las elecciones al Parlamento Europeo. Porque la enorme abstención, que cada vez se parece más a “abstío”, es muy significativa pero muy poco sorprendente. Y creo que va durar, porque tienen cuadros muy bien preparados y seguidores muy conscientes. Porque la torpe y enrabietada reacción de sus adversarios, de sus enemigos más bien, los está haciendo más grandes todavía. A los líderes de Podemos les engrandecen y reafirman los ataques. Por ahí no veo peligro yo. El peligro lo veo en los halagos. Siempre sucedió así: a los revolucionarios no les doblegaron las torturas, pero sí los halagos de la gran prensa y las invitaciones a la bodeguilla, por ejemplo.
Podemos debería cuidarse muy especialmente de Izquierda Unida, que de unida no tiene nada, y de izquierda cada vez menos. Ya ha recibido las primeras invitaciones a bailar juntos, ya ha recibido incluso ofertas de tránsfugas para unirse a ellos, eso sí, sin abandonar el escaño por el que cobran. Es probable que muchos de los votos de Podemos hayan sido alguna vez de Izquierda Unida. Sus líderes, es un decir, tendrían que empezar por preguntarse por qué los han abandonado.
El futuro de Podemos en Euskadi
Digamos para empezar que en la Euskal Herria sur han tenido más de setenta mil votos. Que son muchos y especialmente conscientes. Aquí, Podemos tiene que cuidarse de EHBildu, y EHBildu tiene que cuidarse de prácticas absorbedoras de otros tiempos. Podrían coincidir en muchas ocasiones, pero lo mejor, a mi juicio, es que lo hagan desde sus independencias respectivas y frente a propuestas concretas. El fenómeno Podemos tendrá variadas explicaciones, pero una de ellas es, con seguridad, su desafección por las organizaciones políticas asentadas, por sus aparatos, sus usos y costumbres. Mucho antes de que naciera este movimiento ya hubo en la izquierda de Euskadi ricas prácticas de democracia directa que acabaron mal, entre otros motivos, porque la izquierda abertzale los absorbió, los utilizó, los castró. Si EHBildu aprendió de lo que pasó, puede tener en Podemos un excelente compañero de viaje, compañero de causa, si se quiere evitar la negativa historia de esta expresión. Para empezar, y no es poco, algunos de los rostros vascos del invento han hablado de derecho a decidir y de Euskal Herria, con lo que eso supone y anuncia.
Qué ha pasado con los demás partidos
Ha pasado que el PSOE y el PP se han dado un tortazo monumental, acorde por fin con sus derivas, sus engaños, sus corrupciones. Tortazo también, si no mayor, en los países vascos peninsulares.
Mientras que los partidos nacionalistas catalanes han reaccionado ante los resultados -buenos para ERC y malos para Convergencia y Unió- con gran sentido de país, los partidos nacionalistas vascos, con resultados aceptables para ambos -para PNV y EHBildu- han reaccionado como competidores directos y con escaso sentido de país.
A los partidos nacionalistas catalanes es el pueblo autoorganizado el que le está marcando un camino del que los partidos políticos tienen buen cuidado en no desviarse. No hay en Euskadi de momento una autoorganización patriótica que cumpla ese papel, pero es posible que el Gure esku dago -que se parece mucho por cierto en traducción libre a Podemos- sea un primer paso en esa dirección.
De momento, la cadena humana entre Iruñea y Durango del 8 de junio tiene su éxito asegurado. Con su permiso, hablaremos de ello el próximo sábado.